Helvetica es, sin lugar a dudas, un juego de poder constante. El nuevo estreno de Filmin es un complejo thriller dramático de política internacional ambientado en Suiza que tiene un poco de todo: una serie con acción, drama, misterio y relaciones diversas.
Helvetica está protagonizada por Valentina, una limpiadora de origen kosovar que trabaja en el Palacio Federal de Suiza. Su vida es aparentemente normal hasta que se ve inmersa en una trama de contrabando de armas, con conflictos geopolíticos y una mafia detrás. Víctima de una extorsión se convierte en una contra-infiltrada que debe poner en jaque al gobierno suizo y mancharse las manos en más de una ocasión.
Los temas de la serie son especialmente atractivos. A la adrenalina de la política internacional se suma la corrupción de los altos poderes y su estrecha relación con el terrorismo, mostrando los juegos de poder que eso supone. Es una trama compleja que tiene como punto de partida un cargamento de armas con varios interesados. Cuando dos poderes de la talla de la política y la mafia están buscando lo mismo todo el que pase cerca está en peligro. Consejo: no te encariñes con nadie porque la esperanza de vida de los personajes es corta.
Se tratan temas delicados como, por un lado, el terrorismo yihadista y, por otro, la violación. Tiene una forma interesante de mirar que aporta matices que ayudan a entender cómo se vive una historia según el papel que se ocupa en ella. En cuanto al yihadismo, aporta una visión muy interesante, ya que en un punto concreto visibiliza que la problemática no nace meramente por asuntos religiosos.
La intensidad de la trama, el peligro y la adrenalina, contrastan con los tonos grises, el ambiente frío y las relaciones distantes de sus protagonistas. Las interpretaciones son de buen nivel, pero se echa en falta algo más de profundidad y desarrollo en los personajes. En algunos casos, caen en clichés muy repetidos. Las relaciones son un poco pobres, reflejan un amor romántico clásico -especialmente la de la pareja adolescente- y no siempre se entienden. Se palpa un intento de construir personajes femeninos fuertes que desgraciadamente no acaba de conseguirse.
A pesar de que trata temas delicados no busca el moralismo, simplemente mostrar una posible realidad. Ayuda a entender cómo funciona el engranaje de la corrupción, cómo la geopolítica se comporta y las consecuencias que tiene en todo el mundo.
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Helvetica es un drama intercultural que muestra diferentes religiones y culturas y expone el globalismo en el que vivimos, cómo lo que pasa en una punta del mundo afecta en la otra. Como bien se entiende en el final, nada va de personas, todo es un engranaje, una cuestión de equilibrio, un juego de poder en el que lo que menos importa son las vidas. Y ojo, es la serie ideal para hacer un maratón.