Cruel Summer es la nueva serie juvenil de Amazon Prime Vídeo, que llega con la misión de entretener en unos meses de poca actividad en las plataformas, la playa y la piscina son duras competidoras. Que los 90´s fueron unos años maravillosos, no hace falta que nos lo recuerden, por eso, aunque ambientada en esa época, no todo es Grunge y Power Rangers.
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Cruel Summer nos transporta a otro pueblo más de USA que es mejor evitar, otro pueblo con misterios, homofobia, racismo y maltratos. Aunque a los jóvenes de ahora les parezca que esas cosas son «muy de ahora«, en los 90´s ya existían, por desgracia, lo que pasa es que no existían las (malditas) redes sociales. Sólo hemos tenido acceso a los tres primeros episodios, así que esta crítica transcurrirá sin spoilers.
Con actuaciones juveniles convincentes, la trama salta entre años, dentro de la misma década, pero lo hace de manera poco fiel a lo que fue esa época. La desaparición de una joven es la base de la trama, y a medida que avanzan los capítulos, las piezas que explican las consecuencias de esa desaparición van encajando. El tablero es lo que más destaca de la serie, donde peones y torres luchan por llegar allá donde sólo reinas y reyes tienen derecho. Esa metáfora es la respuesta a la historia central: chica popular desaparece y otras aspirantes a abeja reina buscan ocupar su lugar.
Ese es el toque teenager de la serie, la búsqueda de identidad de esas edades. En esa época la identidad se buscaba en los amigos y en la cultura popular, mucho más interesante que en retos sin sentido de redes sociales hechas para rebaños. En esa búsqueda de su lugar, los protagonistas van situándose en el tablero, y poco a poco la serie te va mostrando los movimientos de las piezas. Esa es la parte que engancha, y cumple su cometido, meterte en el misterio sin que se vean las costuras.
Parece una fórmula ya trillada, pero lejos de ello, la serie aporta un toque diferencial, quizás por la época en la que está ambientada (los 90´s han vuelto, asumidlo). Pero no todo funciona a la perfección. En algunos pasajes de los primeros capítulos, la intensidad dramática con la que se muestran situaciones que no lo son quitan realismo a la propuesta. Lo mismo pasa con la ambientación, ya que, por mucho que pongan un videoclub o música de Alanis, la gente ni se vestía así ni se maquillaba así en aquel entonces. Estamos hablando de hace ya 30 años. No cuela. Y mucho menos la calidad de la televisión es la que nos muestran en la serie.
En resumen, una serie repleta de dramas juveniles sobre actuados, pero con una trama central muy bien hilada. Pero peca de mala ambientación, de drama edulcorado en exceso y de preocupaciones juveniles forzadas. Entretiene, y parece que con eso es suficiente. A veces no lo es, y sino viviste los 90´s, no eran como los enseñan en la Cruel Summer.