El Beso de Singapur es la serie que estrena Filmin el día 22 de diciembre de 2020. Adaptación de la novela » The Singapore Grip», bucea entre una descripción histórica en el contexto de la Segunda Guerra Mundial y una crítica a las actitudes colonialistas por parte del Reino Unido y las grandes empresas que se ubicaron en los territorios colonizados. Esta es nuestra crítica.
Hace unos días discutía con unos compañeros de la página web sobre el concepto “turra”. La cuestión era dar una definición lo más objetiva posible a este concepto. Siendo este tipo de cosas algo casi imposible, ya que el componente subjetivo es algo intrínseco a este tipo de análisis, sí que conseguimos llegar a un cierto consenso dentro de lo obvio : algo turra es algo aburrido.
Sin embargo, la doctrina de la turra es extensa, y yo soy de la opinión de que, para usar este adjetivo, la serie o película a la que hagamos referencia debe pecar de algo más que simple aburrimiento. Una serie / película turra, seria algo que no aporta absolutamente nada. Es por ello, que arriesgaría a decir, que El beso de Singapur es, sin duda, una perfecta turra. No aporta nada, y la única consecuencia que tiene en el espectador es el consumo de tiempo que puede emplear en verla.
Es una serie aburrida, sin alma, infantil, con escenas de acción que dan vergüenza ajena, incluso se arriesgan a incluir ciertas escenas de “acción” con lamentable resultado. Dentro de nuestras referencias españolas, es una serie que puede hacerte recordar a otros productos, como Gran Hotel, o El Secreto de Puente Viejo. Realmente, desconozco las pretensiones que tiene la serie. Pero llega un punto en el que esta cuestión es indiferente. Independientemente de a la altura a la que apuntara El Beso de Singapur, sin duda se quedaría corta.



Así, situamos la trama en la Segunda Guerra Mundial, cuando Japón se suma a este conflicto bélico en su intento de invadir el sudeste asiático, ocupando Singapur de forma apresurada. En este contexto, una familia británica, controladora de una de las mayores empresas de la ciudad-estado de Singapur, intentará obtener beneficios sin dudar en usar métodos poco morales.
El futuro de esta importante empresa esta en jaque por el contexto bélico que va a vivir Singapur, y por la muerte de uno de sus principales socios, quedando así la mitad de la propiedad y decisiones de la empresa en manos de su hijo Mathew, un joven idealista con ganas de cambiar el mundo.
Y es este elemento el único que puede resultar interesante, haciendo uso del término interesante con las pinzas utilizadas por algún titán (esa serie si hay que verla, pero eso queda para otra crítica) de los 6 soporíferos capítulos que componen El Beso de Singapur. La crítica que realiza la serie sobre la situación de los nativos y refugiados que acudían a Singapur, a manos de los colonizadores y dueños de importantes empresas. Pero ni siquiera la exposición de esta parte de la trama se desarrolla de forma decente.
Trato de hacer un ejercicio intelectual donde identificar que componente de la serie no presente un problema. Quizá el apartado de vestuario y ambientación social y cultural es donde la serie consiga su mayor (y único) éxito.
Una autentica lastima encontrarme con esta serie tras la agradable sorpresa que supuso para mí Parliament, la última serie de Filmin de la que tuve el placer de hacer la crítica.
Quien busque una serie desarrollada en parajes exóticos, donde se ponga en primer plano las relaciones amorosas entre los personajes, bajo el contexto de una guerra y con un aparente subtexto crítico con la política colonial de los estados europeos del siglo XX, esta es su serie.
La mía, desde luego, no es.