Ya podemos disfrutar en Amazon Prime y Filmin (entre otras plataformas) de You Go To My Head, el debut en largometraje de Dimitri de Clercq. Se trata de un drama con tintes de thriller sobre una premisa que, sin ser particularmente novedosa, funciona realmente bien.
Lo primero a reseñar en You Go To My Head, y quizás lo más destacable del film, es un poderoso aspecto visual que demuestra la personalidad de su director y del equipo de fotografía, que han buscado en todo momento un tono personal y “de autor”, que hagan de esta película un producto reconocible y con una identidad propia innegable.
La luz juega un papel muy importante en la cinta, y Dimitri consigue narrar momentos bastante complejos a nivel emocional con la elección de sus planos y los movimientos de cámara: el lenguaje cinematográfico se ve muy bien reflejado en la cinta.
No obstante, su propia historia quizás sea el factor que juega más en contra de sus virtudes: hay varios momentos en los que la película se pierde un poco en sí misma y ni el suspense ni el drama consiguen dejar el impacto que sin duda se buscaba con esta cinta. A veces la búsqueda de autoría y un afán por lo visualmente evocativo llevan a la película a parecer demasiado vanidosa.
You Go To My Head cuenta con dos protagonistas realmente interesantes y muy bien interpretados, pero la fuerza de sus actuaciones también se diluye en un exceso de control: a veces es más apropiado dejar que la historia y los personajes se desarrollen con un poco de aire.
La película pide a gritos explotar en su intensidad dramática, pero no termina de conseguirlo en ningún momento, salvo quizás en un apropiado final dónde vuelven a ganar todas sus virtudes sobre sus defectos, y que consigue elevar la cinta bastante por encima del aprobado: podemos decir sin miedo a equivocarnos que You Go To My Head es un buen debut en el largometraje para su director: un primer paso que nos alienta a seguir de cerca el futuro de su filmografía.
Al final, analizando la película fríamente y tras varios visionados, la conclusión es que tenemos una buena historia y un buen ejercicio cinematográfico, al que solo le lastran un deseo demasiado gran de dejar huella y la falta de experiencia en el formato de su director: detalles que pueden pulirse sin problemas en futuras aventuras. Decididamente, estamos ante un film agradable de ver y que podrá atrapar a muchos en su narrativa, y a todos en un sobresaliente apartado visual.
