Yellowjackets. Showtime. Movistar. 15 de Noviembre. -Estas entradillas a modo de telegrama ayudan bastante con el SEO, además de dejar claro el tema de cara al lector-. Buen apunte para el editor.
Yellowjackets, otra vez; -¿ya, Google, puedo?-, suélteme el brazo, gracias; es la nueva serie de Showtime, y que nos llega semanalmente, los lunes, a España a través de Movistar.
Después de un párrafo mal escrito y en el que apenas anuncio la plaforma y el día de emisión supongo que llega el temido momento de plasmar en palabras concretas pensamientos abstractos sobre una serie que esencialmente se experimenta y se explica a sí misma. Veamos…
Yellowjackets nos habla de un grupo de fútbol femenino -soccer, no americano- que en un viaje de avión se estrella en el bosque nevado de unas montañas en medio de la nada; las encuentran pasadas unas semanas y saltamos 20 años hacia adelante; el presente, en el que nos encontramos con las supervivientes y sus vidas actuales; principalmente derivadas de lo que ocurrido durante ese tiempo en un lugar ignoto. A partir de ahí, la historia va hacia adelante y hacia atrás, y nos cuenta las circunstancias previas al accidente, la relación entre ellas, como eran; y las secuelas en forma de superación o no del terrible suceso.
Karyn Kusama dirige el que es probablemente el mejor piloto del año; asienta una estructura narrativa capaz de sostener todo lo que viene después en un robusto andamiaje, dota de carácter visual al conjunto, diferenciando a través del encuadre el proceso emocional radical y opuesto de ambos momentos, las decisiones que tienen que ver con algo palpable de un modo mucho mucho más inconsciente como la paleta de colores, más abierta y clara o más obstusa y melancólica.
La radicalidad de la propuesta en términos literales no precisa de exposiciones provocadoras en ningún apartado; pero sí un conocimiento muy técnico y acádemico para adjudicar verdad a algo tan ajeno a la normalidad, un mundo muy cerrado en sí mismo en el que a través de la atmósfera reconocemos una clara separación entre lo que cuenta y lo que es.
La dirección de actores es exquisita, sin simplismos ni obscenidades reconocemos en ambas actrices en cada caso la esencia de un personaje específico, su vida anterior y el futuro tortuoso a la vuelta de la esquina; pero en cualquier caso, personas en la mirada; esperanzas truncadas y una desalentadora nostalgia fruto del presente tan jodido en el que vaga.
En resumidas cuentas y para ir cerrando el chiringuito, unas últimas palabras; nos encontramos ante una de las 8/10 propuestas más interesantes del año, y la tienes disponible en Movistar. Hazte un favor a ti mismo y dale al play.