Nuestra bandera significa muerte ya ha aterrizado en HBO Max, de la mano del neozelandés Taika Waititi. Una nueva serie que ya en su primer capítulo nos recuerda la habilidad de Waititi a la hora de hacer falsos documentales.
En Nuestra Bandera Significa Muerte nos encontramos en un barco pirata gobernado por un pirata incapaz de hacerle daño ni siquiera a un pirata. Una serie la cual recomiendo para aquellos que quieren adentrarse en el disparatado humor de Waititi. Escenas absurdas con un personaje más absurdo que esas propias situaciones. Preparaos para entrar en la era dorada de los piratas junto al autoproclamado ‘el caballero pirata’, haceos a la idea de que su bandera es vuestra y gritad a los cuatro vientos ¡Nuestra Bandera significa Muerte!
El devenir de un nuevo pirata
En esta nueva serie, Waititi usa una máquina del tiempo guardada en su cabeza y la usa para perpetrar en una era usada y manipulada por muchos artistas, la era de los piratas. En esta ocasión, la vileza de los piratas y la crueldad de estos se proyectan en la lejanía del horizonte. De ahí proviene la fuerza de esta serie, en mi opinión, del juicio del mal y del bien. Porque Bonnet, nuestro caballero pirata, no está hecho para ser un pirata; aunque toda su vida lo hayan ninguneado como tal. En este viaje, nos encontraremos con personajes muy curiosos que le acompañaran, unos ceros a la izquierda incapaces de ser autosuficientes por sí mismos, pero por el buen trato de su noble capitán decidieron que él les guiaría en este mundo de desafíos y peligros.
Retazos del pasado, y el futuro que tenemos por delante
Tras este primer contacto con la nueva serie del creador de ‘Lo que hacemos en las sombras’, podemos ver la frescura con la que el señor Waititi nos trae nuevos personajes para grabarlos en nuestras mentes. Porque estos curiosos personajes aún tienen mucho que contar, de hecho, me parece a mí que esta historia nos evocará momentos épicos que no nos olvidaremos fácilmente. Nos encontramos ante los nuevos modelos de piratas, marca Waititi con capacidades industriales de soñar que algún día serán piratas de verdad. Y no es que todos los piratas sean así, tal vez la mayoría sean como los psicópatas, sino que más bien no tienen adónde ir. Pero no los juzguemos, ninguno de nosotros se ha atrevido a cruzar el mar para enfrentarse al mundo de los piratas, ¿O sí?
Detrás de los camarotes
En cuanto a la parte más técnica de estos primeros capítulos, buceamos en técnicas que, aun siendo una serie e implicando esto un presupuesto inferior, podemos sentir el aprecio y el cariño en el que se narran de esto. Aferrándonos a las aventuras en alta mar donde moran en sus profundidades ingentes cantidades de series, nos encontramos encima de un barco, humilde y cercano, dirigido por un creador que no para de prosperar en su carrera con una mirada puesta en el porvenir de grandes batallas contra el colapso de esta entretenida serie donde el tenebroso abismo de la cancelación aún no ha mostrado sus fauces. Tanto el croma como los decorados nos reflejan el trabajo en un estudio donde se encierra el bravo mar de una era de piratas demasiado claustrofóbico como para permanecer encerrado en ese estudio. Se puede sentir que las gaviotas digitales son libres en ese mundo digital mientras que, para los ojos de nosotros, los espectadores, soñaríamos con poder ver un mar tan real como el desparpajo y la tragedia adherida en el caballero capitán.