La Excepción es una más de las muchas sorpresas interesantes que nos estamos encontrando en esta edición del Atlántida Film Fest. Esta producción danesa nos llega en forma de un thriller psicológico que se apoya completamente en sus personajes y en la percepción del espectador.
La Excepción nos presenta a cuatro mujeres que trabajan juntas en un centro especializado en el estudio de los genocidios y los crímenes de guerra de toda índole. La relación entre las cuatro y sus personalidades se definirán desde muy pronto como lo más importante de esta película, que utiliza su trama como excusa para profundizar en la psique humana.
Nuestras protagonistas reciben unos emails amenazantes y sospechan que el autor es Marko Zigic, un criminal de guerra serbio al que acaban de exponer en un artículo. Sin embargo, todo parece enmarañarse y confundirse a medida que vamos descubriendo capas y capas en las personalidades, intenciones y motivaciones de las protagonistas.
Sin duda la dirección de Jespen W. Nielsen ha sabido sacarle provecho al guión de Christian Torpe (basado en una novela homónima de Christian Jungersen), y juega hábilmente con la luz y la posición de la cámara para sugerir sin llegar a mostrar y para crear desasosiego e incertidumbre. La fotografía es uno de los puntos fuertes de la película, puesta al servicio de esa intención por crear “mal rollo” empleando de forma muy habitual imágenes con diagonales siniestras, tanto en la composición del plano/imagen cómo en siendo parte del mismo, de un modo similar al que utilizó Tarkovsky en Solaris.
En la imagen bajo este párrafo podemos ver un gran ejemplo de lo anterior: el micrófono, las manchas de la pared y el encuadre general del plano están diseñados para mostrar una inclinación en una diagonal ascendente desde la esquina inferior derecha a la superior izquierda. Incluso la posición de los ojos de Anne-Lise encajan en esas diagonales. Estas líneas se rompen con la posición de sus brazos, que se apoyan en la mesa en la diagonal contraria, como buscando volver a la calma y la estabilidad.
La historia de La Excepción busca provocar el pensamiento del espectador, que se encuentra constantemente confundido (y a veces casi engañado) sobre la veracidad y verosimilitud de algunos hechos. Desde mi punto de vista, el enfoque es interesante y permite analizar los temas de la película (el mal inherente en todos los seres humanos, nuestra capacidad para olvidar los límites de la moral en situaciones extremas, las presunciones sociales, etc) de forma bastante completa y lo suficientemente abierta como para disfrutar de nuestras propias conclusiones. Aunque el final va, quizás, demasiado en contra de esa tendencia.
En resumen, La Excepción es una película interesante, que sin duda cubrirá las expectativas de cualquier aficionado al género, aunque a veces puede llegar a perderse un poco en sí misma y en su afán de mantenerse constantemente abierta y ambigua.