Durante la época dorada de Hollywood, el género de terror convirtió a un grupo de actores y directores en auténticas leyendas del cine.
Si hay un género cinematográfico que ha sido capaz de conformar un star system propio (sistema de contratación de actores en exclusividad y a largo plazo), ese es el de terror. Considerando que los orígenes del cine ya estaban dentro del entorno del cine fantástico, con las producciones de Georges Méliès (Le voyage dans la lune, 1902) como principal referente, parte de la literatura gótica creada dentro de mundos imaginarios, relatos de fantasía y policiacos ya contaban con su hueco en el séptimo arte. Pero aún faltaba el de las historias de terror, un género en el que se realizaron grandes clásicos.
El Fantasma de la Ópera, el Jorobado de Nôtre Dame, el Conde Drácula, la criatura de Frankenstein, el Doctor Jekyll y su alter ego Mr. Hyde, Fu-Manchú, la Momia, el Hombre Lobo y un sinnúmero de criaturas más, de origen literario en su gran mayoría, se convirtieron en los estandartes del terror desde la etapa del cine mudo hasta casi la llegada de la modernidad cinematográfica.
Monstruos Clásicos de Universal Studios
Con la explotación de esas obras por parte de Universal entre las décadas de 1930 y 1950, además de la posterior resurrección de la Hammer Films hacia finales de los cincuenta, un grupo distinguido de actores consiguió un estatus de ídolos gracias a la participación en dichos productos, alcanzando el firmamento de estrellas del género.
De actores a leyendas
Nombres como los de Lon Chaney, Bela Lugosi, Christopher Lee, Boris Karloff y Vincent Price han quedado marcados como leyendas del cine, aunque en su gran mayoría el tipo de producciones en las que aparecían fuesen del siempre menospreciado cine de terror. Casi todos ellos ya habían iniciado una carrera en el mundo de la interpretación mucho antes de que comenzasen a dedicarse, en gran parte, a llevar a cabo personajes del universo del horror.
Christopher Lee, John Carradine, Peter Chusing y Vincent Price
Las leyendas del terror clásico
Lon Chaney
Nacido en 1883 y apodado como “El hombre de las Mil Caras”, Lon Chaney se convirtió rápido en leyenda dada su versatilidad dentro del recién inaugurado cine de terror.
En 1923 fue Quasimodo en Nuestra Señora de París, y en 1925 fue El Fantasma de la Ópera, la primera adaptación norteamericana del clásico de Gaston Leroux. Trabajó en más de una ocasión bajo las órdenes de Tod Browning, en dramas como en títulos de misterio, siendo sus colaboraciones en el terror con el director de las más recordadas, estuvo en Garras humanas junto a Joan Crawford, y en La casa del horror.
Bela Lugosi
Nacido en el, por aquel entonces, Imperio Austro-Húngaro en 1882, Bela Lugosi ya había trabajado como actor durante el tiempo que vivió en Europa. En 1920 emigró a Estados Unidos, donde en 1927 encarnó por primera vez el papel que le convirtió en leyenda: el de Drácula.
Protagonizó: La legión de los hombres sin alma, La isla de las almas perdidas, El beso de la muerte, también en numerosos títulos de serie B. Fue Ygor, el ayudante del doctor Frankenstein, en El hijo de Frankenstein’ y El fantasma de Frankenstein, aparte de ser villano en Doble asesinato en la calle Morgue.
Compartió títulos con el que se decía que era su eterno rival cinematográfico, Boris Karloff, en Ladrón de cadáveres, Satanás y El cuervo.
Su última interpretación de Drácula fue en Abbott y Costello contra los fantasmas.
En su última etapa vital, adicto a la morfina y sin trabajos, aceptó aparecer en dos películas del directo Ed Wood, Glen o Glenda y La novia del monstruo. Fue incinerado con el disfraz de Drácula, tal y como indicó en su testamento.
Boris Karloff
Nacido en Londres en 1887, Karloff empezó a trabajar como actor, con breves apariciones en pantalla, en 1919, pero no fue hasta 1931 que le llegó su primer gran papel, el del Monstruo en El doctor Frankenstein, de James Whale.
En 1932, encarnaba a otro de los monstruos clásicos de la Universal, Imhotep en La momia, dirigida por Karl Freund.
En ese mismo año, también encarnó al doctor Fu-Manchú en La máscara de Fu-Manchú y estuvo en la comedia de terror de culto El caserón de las sombras.
Volvió a interpretar de nuevo al Monstruo en La novia de Frankenstein y El hijo de Frankenstein. Con el Lugosi también estuvo en El gato negro, El cuervo, Black Friday, El poder invisible, El castillo de los misterios y Ladrón de cadáveres, de Robert Wise.
Peter Lorre
László Löwenstein nació en una localidad de la actual Eslovaquia en 1907, y tomó como nombre artístico el de Peter Lorre, con el cual se le conoció a nivel internacional.
En 1931 protagonizó M, el vampiro de Düsseldorf, una de las obras maestras de Fritz Lang, con la que hizo vibrar al mundo entero con su papel del psicópata Hans Beckert.
Trabajo en títulos de bajo presupuesto de Roger Corman y Jacques Tourneur, como El cuervo, Historias de terror o La comedia de los terrores, en los cuales coincidió con Boris Karloff, Vincent Price y Basil Rathbone, quien interpretó a Sherlock Holmes hasta en catorce ocasiones.
John Carradine
John Carradine, nació en 1906 en Nueva York, y pese a que se labró una carrera compuesta por más de dos centenares de trabajos como actor, los géneros en los que más cómodo se sintió fueron el western y el terror.
Colabora con John Ford en Las uvas de la ira, La diligencia, El hombre que mató a Liberty Valance.
Entre los años sesenta y setenta apareció en algunos títulos de serie B de terror mexicanos Pacto diabólico, Enigma de muerte, Las vampiras y estadounidenses Blood of Dracula’s Castle, Monstruos hambrientos, Noche silenciosa, noche sangrienta, Terror en el museo de cera.
Estuvo en el título de culto Terror en las aguas y su último gran papel en el cine de género fue el de Lord Elijah Grisbane en La casa de las sombras tenebrosas, que co-protagonizó en 1983 junto a Vincent Price, Christopher Lee y Peter Cushing.
Lon Chaney Jr.
El hijo de Lon Chaney, nacido en Oklahoma en 1906, y llamado Creighton Tull Chaney, adoptó el nombre de su padre añadiéndole el Jr. al final.
En el año 1941 protagonizó a Larry Talbot y su monstruo alter ego en El hombre lobo.
Fue uno de los rostros que más se vieron en las producciones de la Universal en títulos como: El fantasma de Frankenstein, La Tumba de la Momia, Frankenstein y el Hombre Lobo, El hijo de Drácula, El fantasma de la Momia, La mansión de Frankenstein, La maldición de la Momia, Abbott y Costello contra los fantasmas y un sinfín de títulos.
Su última interpretación fue la de asistente mudo del doctor Frankenstein en Drácula vs. Frankenstein, dirigida por Al Adamson.