El americano impasible es un drama de época que nos adentra en el desarrollo de una tercera fuerza en Vietnam en el año 1952. Adaptación de la novela homónima de Graham Greene y que cuenta con una de los mejores papeles de la carrera de Michael Caine.

El año 2002 fue un año de vértigo para el cine. La lista de las películas nominadas a los Oscars para ese entonces puede dar buena fe de ello. Hay tanto cine excelente por ver que a veces a uno se le escapan totalmente obras como El americano impasible de 2002, protagonizada por Michael Caine, Brendan Fraser y Thi Hai Yen Do y dirigida con destreza por Phillip Noyce.

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Si tuviera que destacar una sola cosa de esta película (cosa difícil), sería el papel de Michael Caine. El excelente actor nos deleita con un papel lleno de matices y una interpretación soberbia. Tenían que buscar a un actor elegante, con carisma e inglés para ser lo más fiel posible a la novela. La forma en la que se mueve por la pantalla con ese halo de seguridad y misticismo y, en alguna ocasión de ternura, nos hace recordar nuevamente que estamos ante uno de los mejores actores de su generación. Hasta las escenas de voz en off las hace sugerentes.

Podemos decir que otro personaje, formado por dos entidades: los decorados de la ciudad de Saigón y Phuong (Thi Hai Yen Do), que también hace un papel encomiable por su ternura y delicadeza, elementos perfectos para el personaje y que es, en excepto contadas ocasiones, lo que transmite la fotografía de la ciudad.

Como he dicho antes, Saigón es otra parte más del elenco, y esto lo consigue gracias a la espectacular banda sonora compuesta por Craig Armstrong, la cual llevo escuchando en YouTube en modo bucle desde que vi el film. Una música que acompaña de forma genial durante todo el trayecto y, en especial, al principio cuando nos presenta la ciudad e intervienen voces melódicas. La fotografía cautivadora, dotada de grano fílmico para deleite de algunos, apuesta por tonos claros que además sirve para encumbrar aún más las partes más trascendentales, gracias a la buena mano de Christopher Doyle.

Para concluir: estamos ante una historia de amor forjada en forma de thriller con un trasfondo político, que embauca gracias a la genial interpretación de Michael Caine y el escenario. Se cuece a fuego lento, pero la película genera expectación durante toda su trama y nos hace reflexionar sobre temas de candente actualidad.

A modo de curiosidad, el estreno de la película se retrasó un año, hasta 2002. Estados Unidos acaba de recibir el peor atentado en su historia, es decir, el 11S, y el sentir general de la población no estaba para miradas escépticas sobre la política exterior del país; cosa que refleja con gran maestría la novela de Graham Greene (acertada y adelantada a lo que después pasaría entre EEUU y Vietnam) y que aquí tiene cierto peso en la trama. El suficiente para interpelar a ciertas sensibilidades.