[Atlántida Film Fest 2020] Crítica Eastern (2019): Distopía a lo Lanthimos

Título original: Eastern | Año: 2019 | Duración: 78 min. | País: Polonia | Dirección: Piotr Adamski | Guion: Piotr Adamski, Michal Grochowiak | Música: Hubert Zemler | Fotografía: Bartosz Nalazek | Reparto: Paulina Krzyzanska, Maja Pankiewicz, Mariusz Bakowski, Marcin Czarnik, Krzysztof Czerny

Eastern es la primera película que he tenido el gusto de disfrutar en el Atlántida Film Fest 2020 gracias a Filmin. Llegaba con la vitola de navegar en las aguas del genial loco griego Yorgos Lanthimos y eso es decir mucho, pero la verdad es que, salvando las distancias, la película cumple con las expectativas depositadas en ella.

Eastern se enmarca en una sociedad distópica que vamos descubriendo poco a poco. Es un mundo en el que la violencia está permitida, incluso legislada por el estado, a través de deudas de sangre. Tenemos a dos familias, dos clanes enfrentados en una lucha a muerte. Poco sabemos de cómo empezó todo, sin embargo, vamos conociendo algunos de los capítulos pasados de esta guerra.

EasternVER EASTERN EN FILMIN

El individuo que asesina a la persona de la otra familia se convierte en el nuevo objetivo y ha de portar un brazalete negro que lo distingue como tal. Esto se puede cortar, de forma totalmente burocratizada, en cualquier momento, pagando una suma en concepto de compra de sangre, pero el precio es elevado por lo que la rueda de cacería humana es casi imparable.

Dos mujeres, Klara Kowalski y Ewa Nowak, presa y cazadora, deciden intentar poner fin a este incesante goteo de cadáveres entre los dos clanes. Dos mujeres son las que optan por la vida en lugar de la muerte y, aunque ya hemos podido observar una sociedad marcadamente patriarcal, es el hecho definitivo que convierte a este filme en un alegato feminista en toda regla, y lo más importante, sin que lo percibamos como algo burdo, tosco, metido con calzador. Klara mata al hermano de Ewa, pero Ewa decide que esta sangría ha de parar. El cambio viene dado por la voluntad de Ewa, por la capacidad de perdón que reside en ella y el anhelo de una vida sin odio ni venganza.

Eastern

Eastern es una película de muy bajo presupuesto (en torno a los 200.000 euros) pero que juega fantásticamente bien sus cartas. El buen hacer de su director, Piotr Adamski, lo hace posible. La fotografía está muy bien cuidada, posee algunas tomas con mucho simbolismo, como aquella en la que a Klara le lava los pies uno de los hombres de otro clan. La música, el uso del sonido en general, está muy bien tratado, elegido y montado, lo que ayuda a que el ritmo de la película no decaiga en momento alguno y hace que nos suban las pulsaciones en los momentos álgidos.

Las actuaciones son bastante contenidas y el resultado es casi perfecto, menciones especial para Paulina Krzyzanska y sobre todo para Maja Pankiewicz, la actriz que encarna a Ewa Nowak y que es el catalizador del filme, la persona que intenta hacer saltar el sistema por los aires. Ya desde el inicio se nos presenta al personaje de Ewa como una mujer importante en esta sociedad dominada por hombres y parece ser la única a la que se le da un trato diferente.

Eastern

Eastern es una película extraña, al mismo tiempo de fácil goce, pero con cierto grado de complejidad, que hace que un segundo visionado nos sea también disfrutable, ya que podremos sacarle más jugo a lo que propone. Hay que estar muy atento a los detalles, la escena final, por ejemplo, me obligó a repasar alguna escena, ya que no lograba identificar a los personajes exhibidos y el motivo de sus acciones. Es grato comprobar como esto, que pasa casi desapercibido, está perfectamente hilado, completamente incrustado en la columna vertebral del filme.

En resumen, Eastern es una película original, fresca, para descubrir, que nos mantiene atentos todo el metraje intentando dilucidar lo que realmente está pasando y las reglas de funcionamiento de ese violento mundo. Un filme pequeñito en presupuesto, pero grande en sensaciones.