Ya está disponible en Filmin: The Beta Test, este thriller tecnológico, que navega en los rincones oscuros de las agencias de Hollywood y en el uso de nuestros datos y gustos de navegación para crear perfiles con Big Data.
Jim Cummings se autodirige y crea sobre el papel y en carne y hueso a un desagradable yuppie de la industria del cine, mezcla de Matthew McConaughey en el Lobo de Wall Street, Harvey Weinstein (ya ahondaremos en este punto) y sobre todo Ari Gold, o lo que es lo mismo, Jeremy Piven en Entourage. Pasemos a desengranar The Beta Test.


A nuestro protagonista se le juntan: un contrato muy importante con los chinos y una boda inminente con la esposa perfecta. Todo esto unido a una úlcera sangrante, una soberbia a prueba de bombas y una falta de empatía bestial le llevarán a buscar una vía de escape, aunque sea momentánea. En este clima llega a su buzón un sobre con una proposición difícil de rechazar, un encuentro de sexo salvaje en un hotel con una pareja anónima, que satisfará todos tus deseos (formulario mediante) y nadie sabrá quien es quien, lógicamente nuestro “héroe”, que va más quemado que el palo de un churrero, se presentará a la cita, desatando una caterva de reacciones que amenazaran su modus vivendi.
Jim Cummings lleva unos años montándoselo él solo y esta será la tercera película en la que se marque un Woody Allen, tras El lobo de Snow Hollow y Thunder Road. Todas sus obras cuentan con un humor sardónico, muy mala baba y unas interpretaciones bastante interesantes por su parte. En The Beta Test, lo acompaña al guion, la interpretación (hace de su mejor amigo) y la dirección PJ McCabe. Como su pareja tenemos a Virginia Newcomb actriz habitual de papelitos en series americanas.
No os esperéis The Assistant (que a mí me gusto mucho). La película toma otros derroteros rápidamente hacia el techno-thriller, subgénero encabezado por pedazos de mierda como La Red de Sandra Bullock o Enemigo Público. Es en estos vaivenes entre géneros y tonos donde creo que la película pierde algunos enteros aunque acaba bastante bien y deja espacio para la reflexión y el debate.
En definitiva una aproximación a temas High Concept muy desenfadada y nada pedante que invita a ver la obra anterior de su director y a seguirle en el futuro. ¿Qué más queréis en hora y media?