Valhalla es para los vikingos lo que el cielo para los cristianos. Vikingos , o Vikings, vuelve en exclusiva a Netflix, y lo hace en la serie ‘Vikingos: Valhalla’. La ficción es una vuelta de tuerca de lo que pudimos ver a lo largo de 6 temporadas centradas en la leyenda de Ragnar Lothbrok. En esta nueva serie, la plataforma nos transporta a un Kattegat que vive una nueva era, 100 años después de los eventos de Vikingos‘.

‘Valhalla’ es el título de la nueva era de Vikingos. En realidad, Netflix lo ha querido relacionar y la ha llamado ‘Vikingos: Valhalla’, pero en realidad, no tiene nada que ver la historia. Aunque la serie desde el principio juega a recordar los eventos de la exitosa predecesora, lo cierto es que es meramente referencial. A partir de aquí, la crítica tendrá algunos SPOILERS sobre la trama, pero sin desvelar desenlaces.

Vikings: Valhalla

‘Vikingos: Valhalla’ tiene una base de la que partir, una base con éxito, y que, a nivel histórico, se tomó licencias. En esta nueva edición de algo que ya podemos llamar franquicia, lo cierto es que la parte histórica ya les da igual. Guionistas y productores han decidido hacer una serie para triunfar, obviando la realidad histórica del Rey Harald de Dinamarca, Noruega y Suecia, las conocidas como Greenlands, cambiándole incluso el apellido y haciéndolo más moderno.

Para ponernos en contexto, la serie empieza cuando, tras 100 años de asentamientos en Reino Unido, o tierras sajonas (como se conocían entonces), la paz llega a su final. Tras la masacre de vikingos de las colonias vikingas, el Rey noruego Canute (no Canuto, como han doblado erróneamente), decide unir a las principales tribus vikingas para vengarse de los sajones. Partir de esa base es dar seguimiento a la predecesora ‘Vikings’ y un buen punto de partida. Se recomienda a partir de aquí, no comparar ambas series, porqué son de facturas muy distintas.

Si bien ‘Vikingos: Valhalla’ respeta el espíritu de la serie original, se salta las normas esenciales que el canal Historia plasmó: la veracidad histórica basada en escritos auténticos y el misticismo de lo que significa el Valhalla para los pueblos nórdicos. La nueva producción apuesta por dar más profundidad a un abanico de personajes amplio, pero se centra en el espectáculo y deja la parte espiritual de lado.

En esta nueva edición, nos encontramos a los pueblos vikingos catolizados (primer gran error histórico), tanto en la península de Reino Unido como en la propia Kattegat. La ciudad se ha convertido en centro neurológico de la principal dinastía comandada por Canute el Grande. En esta ciudad, se han reunido las principales tribus para planear su ataque sobre los pueblos sajones. Como hilo conductor, nos presentan a quienes serán los principales protagonistas de la serie: los descendientes de la leyenda Groenlandesa , Erik el Rojo. Freylis y Leif son sus descendientes, y buscan venganza, buscan matar a Olaf Haraldsoon, un vikingo que abraza el fanatismo cristiano.

La expansión del cristianismo es imparable en la serie, llegando hasta el corazón mismo de los pueblos nórdicos. Ante la posibilidad de otra guerra interna entre vikingos cristianizados y vikingos mal llamados paganos, la serie se mueve en tres ejes. Por un lado, la lucha por mantener la cultura nórdica por encima del Cristianismo salvaje. Por otro, la guerra contra los sajones y por último, que no menos importante, la guerra interna por el trono de lo que hoy se conoce como Noruega.

Vikings: Valhalla Netflix

Sangre, batallas por mar y tierra, una producción de primer nivel y escenas viscerales como sólo ‘Vikingos’ puedo y sabe hacerlo. Eso no va a faltar en ‘Vikingos: Valhalla’, pero se nota la mano de Netflix, haciéndola más profunda en cuanto a los personajes, pero menos fiel a lo que representa. Los dioses y diosas nórdicos son olvidados a favor de Jesucristo y la iglesia católica, y eso no es ni medio fiel a la historia. Los pueblos nórdicos fueron de los pocos del viejo continente que no se sometieron a la doctrina cristiana.

En resumen, obviando las licencias históricas, la pérdida de profundidad espiritual y sin las idas de olla que tenía Ragnar, ‘Vikingos: Valhalla‘ está a la altura de la espera. Es una serie fresca, que mama de su predecesora, pero sin repetir la fórmula. Los hilos conductores son mucho más claros y no se pierde en la lucha interna, centrando la atención del espectador en la historia de venganza contra los sajones. Una buena serie que sin duda dará para muchas temporadas, para placer de l@s seguidores de una de las series más queridas de la historia de la pequeña pantalla.

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