El sustituto, tras su exitoso paso por el Festival de Málaga, llega a los cines el próximo 29 de octubre. Dirigida y co escrita por Óscar Aibar, y con un reparto que incluye a Ricardo Gómez y Vicky Luengo, se adentra en una turbulenta trama que mezcla acción policial, nazis de vacaciones y romance. A nosotros nos ha convencido plenamente.

En los últimos años se han multiplicado de tal modo las películas y series ambientadas en los años ochenta que casi se ha perdido el toque de (muchas veces exagerada) pretendida nostalgia. Esto no ocurre con El sustituto, no por su veracidad (que también aunque entraremos más tarde en ello) sino porque relata hechos reales ocurridos en la Costa blanca durante los primeros años ochenta. Hechos que encajan en la continuada presencia de militares nazis retirados apaciblemente, y amparados por la dictadura, en Denia desde los años 50 hasta los mismos años 80.

El sustituto (01)

En ese punto, en los albores de Naranjito y el Mundial de España de 1982 (al cual llegó Alemania, curiosamente, a la final), se sitúa la historia de El sustituto: un rudo policía madrileño se traslada a Denia para sustituir a un compañero fallecido por una sobredosis que huele a montaje desde el primer momento. En Denia, intentando conciliar vida laboral y policial, inicia una investigación en la que descubrirá los motivos del asesinato de su predecesor y la relación de este con los millonarios alemanes que viven cómodamente en mansiones de lujo.

El sustituto (02)

Lo mejor, apuntábamos en nuestra introducción, es el conjunto final que ofrece El sustituto en su mejunje de ingredientes a priori dispares (¿se imaginan nazis, no sé, en Nerja mientras los chavales de Verano azul disfrutan de la playa? Pues eso). El trasunto policial patrio, bien portado por un Ricardo Gómez (bigote incluido) casi a lo Serpico, se beneficia de una puesta en escena y elementos decorativos que nos llevan de pleno al año en curso: sobre todo si uno es, como un servidor, un poco obsesivo con ese tipo de detalles (peinados, vestuario, coches etc): todo huele a 1982 y Gómez pasa, por completo, como policía de los primeros 80 venido de Madrid.

El sustituto (03)

El caso en el que el policía Andrés Expósito se ve metido por pura intuición policial (anida algo en el que va del mencionado Serpico hasta Germán Areta de El Crack) no ofrece tanto interés como procedimental como por el componente humano con el que se cruza por partida doble: el de su compañero, apodado Colombo (Pere Ponce), y el de la doctora Eva (Vicky Luengo). Ambos se convierten no sólo en sus acompañantes en el caso sino en su sustento emocional. Y ahí es donde El sustituto se agarra para mantenernos a flote mientras avanzamos en el abordaje policial sobre los nazis y sus cruentas actividades en suelo español.

El sustituto (04)

El sustituto, por supuesto, naufragaría en ese particular sin actores a la altura del cometido. No es que Gómez no lo esté, en absoluto, todo lo contrario: su papel exige esa pátina de tipo duro. Luengo, que exhibe un personaje con un carácter similar, clava lo plausible de una doctora todo terreno en un hospital de Dénia de hace 40 años. Pero es Pere Ponce, apodado Colombo, el compañero de Andrés, el que genera el anclaje emocional decisivo no sólo en la película sino, precisamente, en el protagonista de esta historia. Porque no hay nada mejor en este tipo de películas con poli duro, aunque salgan nazis y policías muy fachas (literal), que ver romperse, conmoverse a un tipo que en la primera escena de El sustituto parece hecho de acero.