1899 parece un buen año un cambio de siglo. Pero para Netflix no es más que otra excusa para crear una buena serie inquietante siguiendo los pasos de Dark. Lo cierto es que la nueva serie es inquietante a niveles que uno no se imaginaria cuando empieza a verla.
1899 es la nueva apuesta de Netflix por el terror psicológico y la locura de la mente, todo ello aderezado con una buena serie de época y una producción de mi primer nivel. La plataforma está mal acostumbrando a sus clientes a mejorar la calidad de las producciones que ofrecen. Esta serie es otro ejemplo que Netflix no tiene por qué condenar la calidad con tal de contar una buena historia. La búsqueda del Prometheus es solo el punto de partida para una serie inquietante y llena de tramas que por desgracia terminan siendo muy confusas. Pero no todos son malas noticias ya que 1899 terminará convenciendo a los adeptos del género.
CRÍTICA DE DARK, TERCERA TEMPORADA
Los cambios de siglo siempre resultan inquietantes para la humanidad, parece que la simbología de los números acarrea con desgracias y tiempos oscuros. En esta nueva producción nos adentramos en la historia de un transatlántico que desvía su trayectoria al detectar una llamada de socorro de un barco desaparecido. El Prometheus, así como el Titanic, es un barco famoso del cual se han escrito muchas historias y que dio pie a la leyenda del Triángulo de las Bermudas. Pero la serie va más allá porque no se trata de una serie en la que se hable de la desaparición de un barco. La serie engaña en sus primeros compases. Ya que te esperas una serie de aventuras o la desgracia de un naufragio. Pero lejos de eso es mucho más compleja de lo que parece a primera vista.
1899 arranca presentándonos a diferentes personajes, de variadas nacionalidades, es una serie que vale la pena ver la inversión original ya que utilizan sus lenguajes de origen. Tenemos a dos religiosos portugueses, a un capitán británico, aún os exploradores españoles, a inmigrantes alemanes e incluso a esclavos fugados. Cada personaje juega su papel dentro de la historia y eso es lo que hace que la serie se vuelva interesante y te atrape. Esa profundidad de personajes hace que se haga un poco lenta y por momentos algo caótica. En los primeros capítulos parece que la serie será una búsqueda del barco desaparecido, pero en un momento dado se centra en los desvaríos de la protagonista que cuenta la historia. Es ahí cuando pierdes la noción de lo que está ocurriendo en la trama.
Estamos ante una serie en la que hay que pararse a analizar lo que está ocurriendo en la pantalla. Por momentos no sabes en qué periodo temporal estás. Hay algunas escenas dentro del manicomio que te sacan completamente de la historia. El motín del barco parece que en causa la historia por momentos pero se pierde nuevamente en lo caótico de su trama. No sabemos si estamos ante una serie de viajes temporales, de búsqueda de tesoros, de leyendas ancestrales o de la locura de una mente perturbada.
La producción es ambiciosa, y quizás el hecho de ver los capítulos del tirón haya sido el problema a la hora de analizar esta serie. Lo cierto es que los capítulos invitan a reflexionar sobre lo que ha ocurrido y quizás con más calma la percepción sea diferente. No exenta de calidad y de grandísimos personajes, las actuaciones convencen y te meten de lleno en la historia. La complejidad de la propia trama no es recomendable para hacer maratón. Es una serie que merece la pena ver capítulo a capítulo y pararse a entender lo que nos quieren contar.
En definitiva, 1899 no es mala, ya que esta nueva apuesta de Netflix por la calidad es de agradecer. Aunque se trata de una serie tan densa como compleja, te deja con la duda en cada capítulo. ¿Es tan caótica como parece o son piezas de un puzle? El problema es que no hemos podido ver los últimos dos capítulos, y eso hace que las piezas no terminen de encajar a la hora de hacer un análisis de esta serie. Dan ganas de volver a verla pero con mucha más calma y pausa entre capítulos. Recomendada para quienes les gusten las teorías por fascículos.