Centauro es la nueva película de temática de motociclismo que estrena hoy mismo en Netflix. Dirigida por Daniel Calparsoro e interpretada por Àlex Monner, Begoña Vargas y Carlos Bardem, entre otros, es una clara apuesta de la plataforma por el cine de acción vertiginoso.
Centauro es el nombre por el que se conoce a los pilotos de motos profesionales, cambiando las patas del centauro por las ruedas o gomas del vehículo, como si formaran parte de la misma persona. Rafa (Álex Monner) es un centauro, un corredor profesional de Superbikes que forma parte de un equipo modesto, pero que por sus cualidades parece aspirar a más.
Rafa tuvo un hijo cuando aún era muy joven y lo abandonó junto a su madre antes de que este naciera. Ahora solo lo puede ver en régimen de custodia compartida. Rafa sigue enamorado de su exnovia (Begoña Vargas) y cuando esta contrae una enorme deuda con una organización criminal, decide intentar solucionar el problema. Para ello tendrá que trabajar como mula junto a su moto, transportando droga desde Marsella a una Barcelona sumida en el caos por las multitudinarias manifestaciones por la independencia de Cataluña.
Centauro es una película de acción pura y dura. El ritmo es endiablado y las persecuciones tras la moto de Rafa y las carreras en pista se suceden una detrás de otra sin apenas tener tiempo de pestañear. También hay tiempo para el drama. Un barrio marginal de Barcelona donde la droga y los criminales campan a sus anchas por sus calles es el escenario. Quizá parezca demasiado excesivo, pero funciona bastante bien. Aún así, el terreno más dramático es donde más fallos se le pueden sacar a la película.
Esta parte dramática dista mucho de los niveles excelsos de sus escenas de acción que están rodadas a la perfección y con un montaje también bastante notable. Es un poco común esto en este tipo de cine donde parece que la mejor idea es dejarse llevar por lo que tienes en pantalla y olvidarse de pensar o meditar seriamente lo que ocurre. Los saltos de fe son continuos aunque llevaderos. No voy a desvelar ninguna parte de la trama, pero en la conclusión ya mi persona solo podía que tomárselo a risa de lo loco y fuera de toda lógica del asunto.
Las actuaciones no es que sean las mejores de la historia del cine, pero vamos a decir que cumplen para el tipo de película que es. Carlos Bardem, por ejemplo, está bastante comedido y en su sitio, Àlex Monner en líneas generales salva el tipo, aunque a veces parezca no enterarse muy bien del tono de algunas escenas. Begoña Vargas tiene un papel más pequeñito de lo que en un principio pudiera parecer al ser el contrapunto romántico de Rafa, pero la chica la verdad que ejecuta bastante bien. Vamos a hacer una mención a la escena de cama entre los dos protas, ya que es hiperrealista al máximo nivel, me recordó a otra con la misma actriz que sale en la película «Las Leyes de la Frontera«.
En resumen, esta Centauro creo que va a agradar a los amigos de las películas de acción pura y a los fanáticos de las motos… me quedo con un diálogo que me hizo explotar en carcajadas:
-Rafa: Necesitaré una Kawasaki 1000 con los neumáticos de competición.
–Policía de Narcóticos: Es tuya (señalando una Kawa 1000 preciosa montada en un caballete en la misma comisaría).
