Adoration es una de las películas más destacadas del Atlántida Film Festival de este año, ganadora de 4 de los 5 premios a los que optaba en el Festival de Sitges. La cinta nos cuenta la historia de Paul, un chico que se enamora de una joven paciente del psiquiátrico donde trabaja su madre.
Adoration comienza presentando a su protagonista, Paul, un chico rubio de unos 15 años. Este vive con su madre, quien trabaja en un psiquiátrico, y dedica su tiempo libre a cuidar de pájaros que encuentra por el bosque. Es entonces cuando, en uno de sus paseos, Paul descubre a Gloria, una atractiva y atrevida chica de su edad que sufre de esquizofrenia paranoide. Tras dar a conocer a los personajes la cinta se torna en una especie de Road movie, en la que ambos chicos se escapan tras herir a una mujer del psiquiátrico.
En este punto, la película comienza a explorar temas típicos de los Coming of age como la sexualidad, el primer amor o las promesas juveniles. Ambos protagonistas conocen en su camino a personas diversas, como una familia liberal que les acoge o un viudo que enseña ciertas lecciones a Paul. Sin embargo, durante esta aventura la enfermedad de Gloria no desaparece, sino que, debido a la falta de medicación, empeora, provocando en numerosas ocasiones que sufra un ataque y termine hiriendo a Paul o a cualquiera que se encuentre en su camino.
En definitiva, esta es una historia sobre el enfrentamiento entre la realidad y la fantasía que puede imaginar un adolescente. Gloria siempre insiste en estar bien, en que no está enferma, y Paul quiere creerlo, pero en el fondo sabe que ésto no es verdad y que este viaje está incluso empeorando el problema. Aún así, él sueña con poder vivir libremente con la chica que le gusta, pese a saber que es imposible.
Pero la trama es lo de menos:
La historia de Adoration no me parece innovadora, puesto que nos encontramos frente a una versión europea y más sobria de The end of the fucking world, y el final de la película no mejora el guión. Por otra parte, la cinta destaca en el resto de aspectos de forma innegable, contando con las magníficas actuaciones de los dos protagonistas, y las de los secundarios tampoco desentonantes.
Finalmente, si algo hay que destacar de Adoration es su espléndida fotografía, que convierte en algo impresionante su visionado. Cada cuadro está cuidado al detalle, y muchas de las imágenes que muestra serían dignas de enmarcar. Esto, unido a un gran uso del montaje, nos otorga una cinta que hará las delicias de todos aquellos fans de los Coming of Age europeos, siempre y cuando se centren más en la forma que en el contenido.
Sin duda una de las opciones más recomendables del Atlántida Film Fest 2020, trasladándote en hora y media a la inocencia de la adolescencia en su faceta más pura.