Ciclo Scorsese | El Aviador – Toc, Toc…

Ciclo Scorsese, infiltrados

Seguimos repasando la filmografía de Martin Scorsese en nuestro ciclo de cara al estreno de El Irlandés, deteniéndonos esta vez en El Aviador, una película que se llevó cinco estatuillas de un total de once nominaciones mostrando la vida del magnate Howard Hughes.

El Aviador es una de esas películas un tanto especiales que gustan mucho a unos y muy poco a otros. La crítica y un sector del público pusieron esta cinta por las nubes, aclamándola como uno de los trabajos más especiales del director. Yo personalmente la veo como una buena película, con algunos detalles magníficos.

El Aviador 1

El Aviador: Reflejo de Una Obsesión

La cinta marcaba la segunda colaboración entre Leonardo DiCaprio y Martin Scorsese, dos años después del estreno de Gangs Of New York. Para este ciclo he tenido el placer de revisar ambas películas (el texto sobre Gangs Of New York saldrá próximamente) y quiero hacer hincapié en un aspecto importantísimo para el desarrollo de El Aviador: la evolución de DiCaprio como actor.

Y es que en El Aviador es, quizás, dónde vemos por primera vez al actor en el que se ha convertido Leo, dando vida a un personaje muy difícil, atormentado por sus circunstancias y por sus problemas mentales y de personalidad, consiguiendo reflejar su trastorno obsesivo compulsivo de una forma magistral, que hace de la película un documento mucho más interesante.

La cinta, si bien se aleja un poco de la esencia más reconocible del cine de Scorsese, se apoya completamente en uno de sus elementos más característicos: la profundización en la psique del personaje principal a través de sus diálogos, de sus acciones e incluso de sus miradas. Tomemos como ejemplo la escena en la que Howard se lava la manos en un aseo público con tanta energía que llega a hacerse un pequeño corte.

En la misma escena se detecta una pequeña mancha en la camisa y la lava con esmero, secándose las manos con toallitas de papel hasta quedar satisfecho con su limpieza y aspecto. Entonces el personaje se dispone a salir del lavabo y se da cuenta de que para ello deberá tocar el pomo de la puerta con la mano desnuda. Busca con la vista más toallitas, pero ya no quedan. El simple pensamiento de tocar ese pomo de un baño público le produce un rechazo absoluto, perfectamente captado por la elección de los planos, por los cambios entre primera y tercera persona, por los movimientos de la cámara.

Finalmente el personaje interpretado por DiCaprio decide esperar a que alguien entre para salir disimuladamente mientras la puerta está abierta.

El Aviador 2

Scorsese: Maestro de Estrellas

La forma en la que el tándem compuesto por Scorsese y DiCaprio consigue plasmar estos problemas en la vida de uno de los magnates más importantes en la década de los años treinta es un ejercicio cinematográfico de un valor muy considerable.

Hablaba antes de la evolución de DiCaprio como actor y lo cierto es que no me sorprende que fuera trabajando con Spielberg en Atrápame si Puedes y con Scorsese en Gangs Of New York y El Aviador dónde Leo llegara a mostrar su verdadero potencial como intérprete, hasta el momento algo cohibido por su imagen de “guaperas”. Y no me sorprende porque un aspecto muy importante del cine de Scorsese es el gran provecho que ha conseguido sacarle siempre a todos los actores con los que ha trabajado.

En la mayor parte de las ocasiones el director ha tenido el lujo de trabajar con actores de muchísimo talento, pero también lo ha hecho con otros buenos actores y actrices algo más desaprovechados por el resto de la industria y que consiguieron mostrar su mejor cara con el neoyorkino: véase el caso de gente como Ray Liotta, Sharon Stone, Cameron Díaz, Patricia Arquette o Mark Wahlberg.

El Aviador 3
Tomemos como ejemplo la escena de El Aviador en la que DiCaprio, en su papel de Howard, se sienta desnudo frente a un proyector, consumido por sus demonios, con una barba prominente, absolutamente desquiciado. Y reparemos en lo natural que resulta a la vista, a pesar de tener una fuerza dramática arrolladora. Eso es lo que consigue Scorsese de sus actores y actrices.

El Aviador es una película que tuve que ver más de una vez para llegar a apreciarla por completo, es esa clase de película que te gusta la primera vez, pero que cuando vuelves a verla te parece realmente especial. No creo que se encuentre entre las mejores de Scorsese, pero posiblemente se deba más al mérito de otras cintas que a demérito de esta.