Lou es uno de los dos grandes estrenos de Netflix para este fin de semana junto a Atenea de Romain Gavras. Dirigida por Anna Foerster e interpretada por Allison Janney, Jurnee Smollett y Logan Marshall-Green, es una firma candidata a ocupar las próximas semanas un lugar alto en el top de más visionadas de la plataforma.
Lou (Allison Janney) es una mujer huraña que vive en una inhóspita isla rural de la Columbia Británica, en Canadá. Es la casera de Hannah (Jurnee Smollett), una madre soltera que vive con su hija de poca edad en una vivienda colindante. Una noche, cuando se cierne una gran tormenta sobre la isla, la hija de Hannah es secuestrada por el exmarido de esta, a quien hasta el momento se le daba por muerto, o al menos, desaparecido. Sin posibilidad alguna de comunicarse con nadie, deciden salir tras la búsqueda de la pequeña a través de un frondoso bosque y bajo un tremendo temporal de viento y agua.
En líneas generales, creo que Lou es una película satisfactoria y que cumple con lo que uno espera encontrar en un filme de este tipo, un thriller en mitad de la naturaleza. La localización es impresionante, Canadá, sin lugar a dudas, es acierto asegurado para estas historias. Como thriller tampoco defrauda. No tarda mucho en meterse en materia, tan solo a los 20 minutos ya tenemos a nuestras dos empoderadas heroínas metidas en el bosque, tras la pista del miserable exmarido. A partir de ahí la película no da lugar a pausa alguna, el ritmo no diré que es endiablado, pues tampoco es algo frenético en ningún momento, pero nadie me podrá negar que es bastante animado.
Las actuaciones, correctas, a excepción de la niña, a la que he encontrado un poco fuera de tono, e incluso me atrevería a decir, despistada, no parece que la directora haya conseguido que se centrara. La veterana Allison Janney me ha sorprendido, porque además de interpretar a buen nivel, cosa que se espera de una actriz de su calado, la he visto muy desenvuelta en las escenas de acción, que supongo habrá tenido algún doble para ciertos momentos, ya que en ocasiones es un poco bruto el desarrollo. De Jurnee Smollett, pues qué decir, no soy muy objetivo, ya que estoy prendado de ella desde que la viera en la divertida e imaginativa Lovecraft Country. Completa el trío protagonista, un correcto, aunque a mi parecer por debajo del dúo femenino, Logan Marshall-Green, un actor que pese a su relativa juventud ya ha tenido papeles protagonistas bien desempeñados como en Upgrade (2018) o La Invitación (2015).
Lou es el segundo largometraje dirigido por Anna Foerster, tras no tener muy buena recepción el que supuso su debut en 2016, Underworld: Guerras de sangre. Sin embargo, esta mujer lleva un historial, podríamos decir, impecable en la dirección de series… Carnival Row, Westworld, Outlander o Mentes Criminales son un buen ejemplo de ello. En mi opinión, en esta ocasión, su trabajo es bastante aceptable en todos los aspectos, con un buen montaje, sin mucha complicación y consiguiendo el efecto deseado en las escenas de acción. Si he de ponerle una nota negativa podría ser en la dirección de actores, que como he comentado anteriormente, me ha parecido mejorable en algunos de los casos.
El apartado sonoro me parece bien seleccionado, ya que las letras de las canciones tienen consonancia con lo que pasa en pantalla, aunque un poco repetitivo. Casi todos los temas que suenan en la película son del mismo grupo, Toto, banda estadounidense fundada por el teclista David Paich y el baterista Jeff Porcaro. Tienen verdaderos himnos de la historia de la música como el tema Hold The Line, que suena no menos de 3 veces, o África.
Resumiendo, Lou es un filme que cumple las expectativas de lo que pretende ser, thriller en la naturaleza, con buenas dosis de acción, algunos impactos que rozan el gore y giros de guion, alguno más intuible o predecible que otro. Disfrutable, sin ser algo que vayas a recordar por mucho tiempo.