Till Death se estrena hoy en España. El debut de S.K. Dale en la dirección nos trae de vuelta a Megan Fox, que encarna el papel protagonista en este intenso y trepidante thriller, que acumula quizás más sombras que luces, pero que nos deja suficientes buenos momentos para no perder de vista al director.
Till Death ha llamado la atención, principalmente, por suponer el regreso de una Megan Fox que parecía desahuciada para la industria. La actriz encarna a Emma, protagonista en este frenético (y algo tramposo) juego del gato y el ratón. Se trata de un persona más maduro y más complejo que los anteriores papeles interpretados por Megan, y si bien su actuación no es brillante, si es convincente y supone, en líneas generales, un buen regreso.
La película llega a España con el apellido Hasta que la muerte nos separe, siguiendo con la nefasta “tradición” española de traducir, adaptar, cambiar o añadir títulos a una película extranjera de forma que resultan excesivamente reveladores. Sí, este thriller lo protagoniza una pareja, que tras ofrecer sus votos en una clásica celebración, se embarcan en un matrimonio frío, oscuro, infeliz y bastante tóxico, en el que ni Mark ni Emma son felices.
Esta realidad parece ser el catalizador de que Mark, por su aniversario, decida llevar a Emma a una apartada cabaña en mitad de la naturaleza, dónde pasar un fin de semana romántico y recuperar su relación… pero las cosas dan un giro siniestro. Tras la primera noche, Emma se despierta esposada al cadáver de Mark, y pronto se ve expuesta a una situación de vida o muerte.
La premisa no es excesivamente original. Y el desarrollo tampoco, para que nos vamos a engañar. No obstante, y pese a algunos giros de guion algo inconsistentes, Till Death consigue mantenernos pegados a la pantalla gracias a sus mejores virtudes: un ritmo trepidante y unas muy buenas escenas de acción, dos elementos que hacen brillar las virtudes del novel director y su equipo, y que sin duda son más que suficientes para que tengamos confianza en sus futuros trabajos.
Visualmente, la película tiene algunos momentos realmente interesantes: la elección del paraje frío y abandonado que sirve como metáfora del estado del matrimonio de Emma y Mark y las distintas etapas que atraviesa Emma para pasar de ser una mujer sumisa y sometida en un matrimonio muerto, a una mujer fuerte, inteligente y con recursos, reflejadas en cada momento a través de distintas “postales” que identifican las etapas en la evolución de Emma. Y es que Till Death podría interpretarse perfectamente como una metáfora de cómo una mujer aparentemente sumisa y sin personalidad lucha por escapar de un matrimonio tóxico y deshacerse del lastre de su pareja para volver a brillar (un lastre que, en la película, es literalmente el cadáver de su marido ¿podría ser más evidente?).
Till Death es algo repetitiva (le cuesta mucho llenar los 88 minutos que dura: parece un mediometraje extendido a la fuerza), poco original y con un guion algo tramposo con el espectador. Pero también consigue un ritmo muy rápido y mantener unos altos niveles de energía a través de sus escenas de acción, resultando en un visionado entretenido y recomendable para los fans del género, pero que no tiene muchas posibilidades de dejar una huella muy profunda.
En resumen, es una buen debut para su director y un buen regreso para Megan Fox, pero en ninguno de los dos casos supera por mucho el aprobado.
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