Old Henry, un western de 2021 que ahora se estrena en Movistar y que nosotros recomendamos por ser una pieza de puro entretenimiento. Drama, acción y un Tim Blake Nelson impecable.

Digamos que es complicado encontrarse a día de hoy películas que duren 90 minutos y, digamos también, que es complicado que películas en su extensión al completo sean entretenidas de principio a fin. Bien, eso es lo que me ha parecido sin duda este buen western moderno llamado Old Henry.

Desde que salió Sin Perdón, allá por 1992, no hay cinta en esté género que no intente rendirle homenaje de alguna que otra manera. Aquí, en particular, se hace a través del personaje de Henry, un apacible ‘campesino’ que desde el primer momento en que le ves por pantalla intuyes que este hombre sabe algo más que de cuidar ganado, que oculta consigo unas habilidades -para él reprochables, (véase de nuevo la inspiración y/o homenaje a la cinta de Clint Eastwood)- que sabes que usará.

Tim Blake Nelson en Old Henry

Es Tim Blake Nelson (Henry) quien lleva a cuestas el peso de la película, y he de reconocer que lo hace bien. No tenía muy ubicado a este actor más allá de algún papel secundario, de compromiso, pero aquí ha trabajado bien lo que la película necesitaba, el contrapunto a la figura del malvado ‘sheriff’ Stephen Dorff, donde se encuentra más que cómodo y resolutivo ante las cámaras.

Cómo no podía ser de otra manera (y esto se deduce desde el principio) todo se tornará en una buena dosis de venganza y enfrentamientos entre cowboys. No nos engañemos, quien haya leído mínimamente la sinopsis o incluso, simplemente, haya visto el cártel, lo habrá intuido. Pero para mí, aquí es donde radica la mayor virtud de la película. Sí, es una historia que hemos visto ya, pero está bien ejecutada y resulta tremendamente entretenida durante todo su metraje. Que no es poco.

La fotografía, usando bien el tono grisáceo hace que disfrutemos de unos cuantos paisajes pintones haciendo que, incluso alguno de ellos, se nos guarde en la retina, acompañado, además, por un juego de cámaras conservador. El sonido que han conseguido es notable: da gusto simplemente el hecho de escuchar los tiroteos o los pasajes a caballo. Eso sí, estamos ante una banda sonora que es totalmente olvidable. (Espera, ¿tenía banda sonora?).

En definitiva, nos encontramos ante un artilugio que, probablemente, si hubieran añadido relleno y con ello la duración del mismo, hubiera sido una experiencia mucho menos disfrutable, pero por suerte no ha sido así. Todo fan del western disfrutará de esta pequeña dosis de entretenimiento que se guarda en su guión un par de ases bajo la manga.