Trazos Del Alma, escrito, dirigido y fotografiado por Rafa Arroyo, y Cortometraje Documental nominado en la próxima edición de los Premios Goya, es una expresión del dolor como liberación, como reflexión y como arte.
«Ella para mí era mi paño de lágrimas. Desnudábamos el alma en cada conversación, no había secretos. Había una amistad pura y limpia» estas son algunas de las primeras palabras con las que María José Arroyo, protagonista de Trazos del Alma, inicia esta pieza, en la que el dolor y los malos recuerdos se dan la vuelta y se convierten en fuente de inspiración, desahogo y arte; y en el que ya, desde sus primeras palabras como las que inician el párrafo, hace melancolía de todo lo bueno, transformando lo malo.
Rafa Arroyo, director, guionista y director de fotografía de este cortometraje documental recoge fragmentos de la vida de su madre, María José, a través de su testimonio en un viaje al pasado donde algunos recuerdos dejan el alma herida. Ella y Rafa han recorrido juntos los paisajes de su tierra, donde María José encuentra la paz y la armonía para dejar volar su alma y plasmarlo a través de sus pinturas, repletas de trazos y estilo, siendo el marco perfecto para que el dolor se canalice y de pie a la belleza. El sentimiento se muestra a través de hermosos paisajes al atardecer, olivares en la niebla, el sol ocultándose y reflejando sus últimos coletazos en el agua de un lago, las manos deslizándose entre un campo de trigo, pequeños reflejos formales donde el alma de María José se llena.
Tras los primeros minutos donde conocemos la importancia de María Luisa en los años de vida que compartió junto a María José, Trazos del Alma sumerge visualmente su estilo en una fotografía basada en los bajos tonos para contextualizar los años más oscuros de la protagonista en la trama, donde su realidad tenía por protagonista humillaciones y vejaciones, y en la que la familia te obliga a hacer lo que en teoría debes y no lo que sientes. Las imágenes del presente se mezclan con el testimonio y la mirada de María José sirve como testigo del impacto que genera el tiempo en nosotros, encontrando una hermosa línea visual y marco narrativo que sujeta la temporalidad de la pieza. Trazos del Alma se levanta sobre el sentimiento de María José, y algunas de sus imágenes con el texto consiguen emocionar y encontrar un impacto en nosotros, que en parte produce alegría y duele por no saber reconocer nuestro propio presente respecto a cómo lo siente ella.
Pero lo que verdaderamente destaco a nivel narrativo de Trazos del Alma, y que supone el sumun de la unión entre texto, dirección, estilo y fotografía, es cómo sabe despertar lo bueno a través de canalizar lo malo. Llegado a un momento, la pieza inicia el cómo todo el pasado ha producido una serie de cambios en la vida de María José, y lejos de encontrar una reflexión acerca de la melancolía y el sentimiento, la pieza se desata a nivel de estilo y convierte la atención en la mirada de María José en cómo ve ella la realidad y el resultado con sus hermosas obras, extrañas, enigmáticas y repletas de estilo, y en las que sentimos en cada trazo un alma pura liberándose, expresándose a través de líneas y colores en unos paisajes entre lo onírico, singular e íntimo que Rafa Arroyo ha sabido escoger a la perfección gracias a la suma del lugar y la hora del día. Trazos del Alma concluye haciéndonos recordar los paisajes, la mirada de María José, el alma pura, María Luisa y toda la belleza en cada obra. No queda nada de todo lo malo del principio. Rafa Arroyo consigue hacer olvidar un hecho tan trágico y convertirlo en belleza, con una fotografía excelente, unas líneas que emocionan y un resultado que deja un nudo en la boca al demostrar todo lo bueno que un hijo puede hacer por una madre. No hay mayor regalo.
Desde hoy, 13 de enero, el cortometraje está disponible en Filmin y competirá por el Goya a Mejor Cortometraje Documental en la próxima edición de la entrega de premios que tendrá en Sevilla el próximo 11 de febrero. Nuestro último deseo es que todos los testimonios silenciados vean la luz y que Trazos del Alma sirva como inspiración para que otras muchas historias se conviertan en belleza.