«Sunderland, ´Til I Die»: historia de una pasión real.

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El fútbol, el circo romano de nuestros tiempos, el opio social más que necesario. Con la crisis del Covid-19, está en pausa y sufrirá las consecuencias económicas que depara el futuro tras la pandemia. Pero volverá, volverá la pasión, los cánticos, el sudor, las lágrimas. Mientras, el documental de Netflix sobre el AFC Sunderland, «´Til I Die» de la League One inglesa, (lo equivalente a segunda B en España), muestra la otra cara del fútbol, la cara humana, las motivaciones de los seguidores y la pasión entendida. Por eso es un documental emocionante como pocos.

Gol Sunderland

Los documentales sobre equipos de fútbol, o jugadores, empiezan a tener una presencia importante en las plataformas de streaming, como Netflix o Amazon. Algunos de ellos pagados por jugadores como Ramos o Varane, de dudosa veracidad y calidad. Pero otros, como «Sunderland: ´Til I Die», dotan de calidad y humanidad a un tipo de historia que merece ser contada: la pasión al servicio de una ciudad. Porqué muchos equipos son eso, un servicio social para sus aficionados y fanáticos.

Cuando el fútbol es tratado como un documental de alta calidad, se obtiene una obra perfecta. El documental «´Till I Die» está tan bien hilado, tan bien trabajado, tratado y grabado, que humaniza todo lo que rodea al circo del fútbol. Netflix apostó fuerte por este formato, dando protagonismo a las personas más que a los hechos, mostrando la humanidad que rodea a aficionados, directivos y jugadores del Sunderland. Lo consigue con creces, te acerca a entender esa pasión, te guste o no el fútbol. Te hace entender qué es lo que motiva a unos y a otros, qué les hace llorar o reír. En ese trato a las emociones está la riqueza de este documental. Orgullo, pasión y lealtad.

En España hemos visto en muchas ocasiones como la compra de equipos de fútbol por parte de magnates egocéntricos, los han llevado al desastre deportivo y económico. Ejemplos como el Real Club de Fútbol Racing de Santander, que de la mano de Dmitri Pitterman, que en una temporada hundió económicamente al equipo cántabro. Casos más recientes como el del Málaga F.C. demuestran que el ego de los compradores de clubes les puede llevar al desastre.

Sunderland

En el caso del Sunderland es curioso como se ha desarrollado el documental, que ya cuenta con dos temporadas y una tercera en negociación. El equipo, tras varios años asentado en la Premier League (la primera división inglesa), descendió de manera dramática tras una temporada errática en manos del sobre valorado entrenador Moyes, en la temporada 2017-2018. Netflix ideó el documental como el gran resurgir del equipo, siguiendo todo, desde el día a día de algunos de los jugadores, directivos o personal del club, así como de los partidos. A partir de aquí, spoilers.

La primera temporada del documental transcurre durante la difícil travesía del Sunderland en la segunda división inglesa. En los primeros capítulos queda claro que algo no va bien en el club, los fichajes no llegan, se van jugadores importantes y el equipo queda en ridículo durante los partidos de pre temporada. El desastre se ve venir de lejos, el espíritu del equipo y de los aficionados es muy bajo, la moral está perdida y la identidad de la escuadra está en entredicho.

Con esos ingredientes, los primeros capítulos son un mapa de caída del equipo. 5 puntos de 30 posibles hacen que el equipo se instale en la parte baja de la tabla. A partir de aquí, la caída es constante y se consolida el peor escenario posible: el segundo descenso consecutivo, esta vez a una división en la que muchos clubs acaban desapareciendo. Como le pasó al Logroñes en España.

Con el descenso consumado, afloran las carencias económicas que eso supone y el club es vendido. Muchos jugadores dejan el club y el equipo queda en el aire, en la incertidumbre. Aquí es donde el documental muestra las consecuencias humanas, lo que hay entre bambalinas y sólo el gran Michael Robinson sabía mostrar (que en paz descanse). Y con la venta del club, termina la temporada uno, dejándote con ganas de más, con ganas de buscar en google qué ocurre con el equipo.

Josh Maja
Josh Maja

En la segunda temporada del documental llega el soplo de positividad, y se centra en la re conversión del club en todos los sentidos, tanto económico como institucional. En este sentido, el documental lo muestra muy bien, de manera dinámica y directa, sin actuaciones, simplemente grabando la realidad. Quizás la segunda temporada te mete más en la pasión que despierta no sólo el fútbol, sino que te mete de lleno en los objetivos de ingresos del club. Te hace desear el ascenso del Sunderland. Te hace empatizar con los trabajadores del club, como la cocinera de los jugadores, una auténtica protagonista del documental con su sentimiento maternalista hacia los comensales.

El protagonismo los tienen ellos, los miembros de la plantilla, la directiva y los trabajadores, así como los aficionados, todos en entrevistas y seguimientos. En la segunda temporada se ha optado por dar protagonismo a un hecho que cambió de manera positiva la dinámica del grupo. Josh Maja es el protagonista de un momento clave en la segunda temporada, y hay sorpresa. En la segunda temporada queda claro cual es el mayor activo de un club: sus aficionados.  Y los del Sunderland son de los más fieles del mundo. No como algunos jugadores.

No vamos a contar los últimos capítulos, y recomendamos no spoilearse, vale la pena ver como termina la historia. Vale la pena ver como un sólo jugador puede desestabilizar todo un club, por el egoísmo propio o de los agentes. Es un documental ameno, humano y real. Ese trato humano de los protagonistas, del club, es el camino a seguir en este tipo de documentales, y por eso lo recomendamos. Porqué enseña la otra cara del fútbol, enseña como afecta emocionalmente y como no todo lo que brilla es oro. Orgullo, pasión y lealtad. Esto es fútbol.