Spider-Man: No Way Home se estrena mañana y es una de las películas más esperadas del año. Un nuevo camino para el héroe favorito de todos: Spider-Man.
Spider-Man: No Way Home se estrena mañana día 16 de diciembre -sí, por fin-. ¿Cuánto tiempo llevamos detrás de esta película?, ya he perdido la cuenta. Pero aquí está, la tercera y última entrega que cierra la saga del hombre araña -más adelante me explico, no te asustes-. Antes que nada, esta crítica NO TIENE SPOILERS, así que puedes leerla sin miedo.
Si hacemos memoria, la tercera entrega del trepamuros nunca ha tenido una suerte especial. Cuando en 2007 se estrenó «Spider-Man 3» de Sam Raimi -próximamante dirigirá la secuela de Doctor Strange-, secuela directa de «Spider-Man 2» -la mejor película de superhéroes jamás creada-, era muy difícil superar el listón. Y así fue, se convirtió en un «fracaso» por así decirlo. Tuvo numerosas malas críticas y fue el final para esa saga -había pensada una cuarta entrega-. Años más tarde, Sony decidió hacer un reinicio y apareció «The Amazing Spider-Man«. De nuevo se presentaba un listón muy difícil de superar, ya que el nuevo Spider-Man interpretado por Andrew Garfield no gustó tanto como el de Tobey Maguire. Aun así, se aceptó y la primera entrega no estuvo -tan- mal. Pero claro, llegó una segunda que fue catastrófica y que directamente arruinó los planes de la tercera entrega, que nunca llegó a ver la luz.
Los planes de Sony no estaban funcionando y veían como un personaje cómo es Spider-Man no les estaba saliendo rentable. Pero de repente -voilà- llegó la gallina de los huevos de oro. Marvel Studios había creado un universo compartido al más puro estilo de los cómics que era una máquina de hacer dinero, y claro, Sony no se iba a perder la fiesta. Por suerte para todos los fans, un nuevo Spider-Man hacía aparición en 2016 en «Capitán América: Civil War» y se incorporaba de lleno al Universo Cinematográfico de Marvel -o UCM-. Esta nueva incorporación interpretada por Tom Holland también arrastraba alguna crítica: demasiado niño, muchos chistes, etc; no obstante la verdad es que era muy parecido al trepamuros de los cómics de la saga Ultimate. Al final, siempre habrá alguna crítica, ya que la versión de la araña que imaginó Sam Raimi en 2002 con Tobey Maguire se ha convertido en una especie de icono. Pues bien, después de dos entregas que han generado miles de millones en taquilla llega la tercera. Y como decía al principio, le ha costado como a sus antecesoras. La pandemia se ha encargado de retrasarla hasta la saciedad, pero bueno, ya está aquí.
Spider-Man: No Way Home viene pisando fuerte, ya que ha superado a la mismísima «Vengadores: Endgame» -la película más taquillera de la historia sin contar inflación- en la preventa. Y te preguntarás, ¿es posible siquiera que le haga frente teniendo en cuenta la pandemia actual y los últimos estrenos de Shang-Chi y Eternos?, pues sinceramente te digo -y tengo una corazonada- que si no lo hace, se quedará muy cerca. Esta película es muy ambiciosa y es una cambio de paradigma de lo que ya estábamos acostumbrados con Holland. Puedo asegurarte que Spider-Man: No Way Home es la mejor película y la más grande que se ha hecho hasta la fecha del personaje.
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Se abre el multiverso
Aquí viene la parte difícil, al ser yo un gran fan del personaje -solo tienes que ver mi foto de perfil- me cuesta más dar una opinión objetiva, pero voy a intentar hacer todo lo posible para que así sea. Lo primero y más importante que tienes que saber es que esta película está cargada de referencias y lo que llamamos fan-service. Pero tiene algo bueno, y es que no depende completamente de ello. Puedes ver la película completa sin haber visto nada de Spider-Man antes y la disfrutarás de igual manera. Pero claro, si conoces al dedillo todas las aventuras del trepamuros en la pantalla grande, Spider-Man: No Way Home va a ser una locura para ti. Es la primera vez en mi vida que veo una película con tantas referencias. Desde un diálogo insignificante hasta cosas que te volaran la cabeza. Entonces, recapitulando, si no tienes mucha base te recomiendo que revisites las películas anteriores de Spider-Man, desde el 2002. Y si no te apetece, pues tampoco pasa nada, pero pasarás por alto ese trabajo tan magnífico que han hecho.
En su mayor parte, todo funciona en esta tercera entrega. A pesar de tener una red enorme de personajes con varias historias de fondo y diferentes motivaciones, maneja una trama sorprendentemente ordenada si entiendes de dónde viene cada uno, y la película se encarga de dejártelo claro. Básicamente, esta es la película en la que Tom Holland se convierte de verdad en Spider-Man y entiende lo que significa ser Peter Parker y el sacrificio que eso conlleva. Vemos un tono más oscuro frente a las anteriores entregas, un poco más del estilo del trepamuros de Tobey y Andrew. Se podría decir que las dos primeras películas eran una preparación para los hechos que vemos en esta. Podemos ver un desarrollo de personajes llevado con lupa, las mejores escenas de acción jamás vistas en una película de Spider-Man -quitando la del tren de «Spider-Man 2», que es para mi insuperable-, giros de guion y mucho golpe emocional muy bien traído. Prepárate para que se te escape alguna lagrimilla porque Peter lo va a pasar francamente mal y le servirá para evolucionar.
La premisa es sencilla: todo el mundo sabe quien es Peter Parker después de que Mysterio (Jake Gyllenhaal) le tendiera una trampa. J. Jonah Jameson (JK Simmons) se encarga de difamar la figura de Spider-Man y Peter Parker. Su última opción es contactar con Doctor Strange (Benedict Cumberbatch) para pedirle ayuda. Strange realiza un hechizo, pero algo sale mal y ahora tipos malos están apareciendo en busca de Spider-Man. Pues bien, como ya sabrás porque se han visto infinidad de veces en los tráilers, esos villanos son: por un lado, el Duende Verde (Willem Dafoe), Doctor Octopus (Alfred Molina) y Sandman (Thomas Haden Church) pertenecientes a la saga de Raimi; y por otro, Electro (Jamie Foxx) y el Lagarto (Rhys Ifans) pertenecientes a la saga de Amazing. Mucho que asimilar, porque son exactamente los mismos personajes de las anteriores películas. Hay que destacar el trabajo de Dafoe y Molina, que han sido capaces de traer de vuelta a personajes que no interpretaban desde hace 2 décadas.
Las escenas de acción, con combates cuerpo a cuerpo, se sienten más prácticas y viscerales. Y por fin vemos lo que significa ser Peter Parker y no solo Spider-Man, ya que se demuestra lo que hace que el trepamuros sea tan especial: es muy inteligente y eso le da ventaja, además, de que es el superhéroe más «humano». Holland hace un trabajo espectacular en esta película y podemos comprobar como el personaje le sienta como un guante. Demuestra un gran talento como actor dramático cuando las cosas se ponen difíciles y sabe transmitir perfectamente los sentimientos de Peter. Zendaya también -aunque tiene un papel más pequeño en la película, pero no por ello menos importante- se encarga de traer ese dramatismo necesario para algunos momentos y permite que el personaje de Spider-Man evolucione gracias al suyo. Y vaya si evoluciona, al terminar la película puedes sentir que este Peter Parker ha dado un paso fundamental y ahora está en otro punto completamente diferente e interesante.
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Una montaña rusa de emociones
No hay lugar a dudas que esta película está a otro nivel por lo que ofrece, pero como te he dicho anteriormente voy a ser completamente objetivo. Si por mí fuera esta película sería un 10 rotundo, pero tengo que juzgarla cómo se merece y se queda con un 9. Tiene una duración de 2 horas y 28 minutos y sí que es cierto que el primer tercio de la película, quitando algún momento en concreto, es algo lento y pausado porque se encarga de explicar como es posible todo lo que está pasando y de dejarlo todo bien atado. Es completamente necesario para dar a todo un contexto y una explicación, pero sí que puedo entender que sea algo más pesado para el espectador. Eso sí, a partir de ese primer tercio, cuando ocurre un punto de inflexión muy importante, la película no hace más que subir. Te encontrarás en la butaca con los ojos y boca abiertos hasta el final. Además, hay 2 escenas postcréditos muy importantes que tienes que ver, no lo olvides.
En conclusión, si estás pensando en ver la película porque te ha llamado la atención, no te equivocaras en absoluto, y si además tienes algo de background sobre las anteriores la disfrutarás muchísimo. Y si eres fan de Spider-Man, amigo/a prepárate porque no sabes lo que te espera.