Entrevista a Gustavo Santaolalla: Inteligencia Musical, The Last of Us y Desandando el Camino

Gustavo Santaolalla

Gustavo Santaolalla ha venido a Madrid para colaborar en un proyecto de recuperación de instrumentos llamado ‘Inteligencia Musical’, para continuar después con su gira ‘Desandando el camino’ en España.

Gustavo Santaolalla, compositor del videojuego The Last of Us y ganador de 2 Óscar por ‘Brokeback Mountain‘ y ‘Babel‘, impartió este jueves un taller en la Escuela Universitaria de Artes TAI con el que impulsa el proyecto de investigación ‘Inteligencia Musical del centro formativo en Artes. Se trata de una base de sonidos colaborativa y con fines no lucrativos, con el propósito de recuperar, conservar y dar una nueva vida a instrumentos y sonidos perdidos o en riesgo de extinción a través de la tecnología y la innovación. En el taller Santaolalla ha analizado creaciones originales de los alumnos, enriquecidas con esos sonidos e instrumentos a los que se da un nuevo uso gracias a la experimentación y la tecnología. Entre esos instrumentos empleados en el taller se encuentran la ocarina jaguar empleada por los mayas; la vasija silbadora búho de agua, utilizada por las culturas nazca, vicus y mochica; la flauta sin agujeros pincullo, empleada por los indígenas amazónicos; el krin, conocido como el ‘primer teléfono’ porque permitía establecer comunicación con él a varios kilómetros de distancia, y empleado en Oceanía y África, y otros de origen europeo como el rabel, el violín de los pastores trashumantes de España. Más tarde, asistió a un encuentro con los alumnos de la escuela y realizó un pequeño concierto privado.

Gustavo Santaolalla
Gustavo Santaolalla en la Escuela Universitaria de Artes TAI

Encuentro con el alumnado de TAI

Entrevista con Gustavo Santaolalla en Cinéfilos Frustrados

Por mi parte, no podía dejar pasar la oportunidad de entrevistar al compositor de una de las historias que más han marcado mi vida, The Last of Us, que además ha estrenado hace poco tiempo su adaptación a serie de televisión por parte de HBO. A continuación, te dejo la entrevista que tuve con el maestro Gustavo, una bellísima persona, donde tratamos su participación en el taller de TAI, su paso y el uso de este tipo de instrumentos en The Last of Us y por último, en qué consisten sus nuevos proyectos y su nueva gira que pasa por España ‘Desandando el camino‘.

¿Cómo estás? ¿Cómo ha sido el recibimiento en España?

Muy bien, muy feliz de estar aquí. España siempre me ha tratado muy bien y ahora sobre todo el hecho de que cada vez es más frecuente mi venida lo hace más cotidiano. Es una cosa que estoy incorporando ya más en mi vida.

Estás aquí ahora antes de tu gira para promover un proyecto de investigación llamado ‘Inteligencia musical’, que se realiza en la escuela universitaria de artes TAI y que, entre otras cosas, busca recuperar y conservar los sonidos de varios instrumentos considerados en peligro de extinción dado el poco uso que tienen actualmente ¿Qué significa este proyecto para ti?, ya que, precisamente, eres un abanderado de la utilización de este tipo de instrumentos.

Desde que comencé mi carrera siempre he tenido una atracción por ese tipo de instrumentos y los he incorporado en la medida que he podido en mi música, el instrumento de todas partes del mundo que, a veces, la gente obviamente no se va a notar que está. Pero yo, aparte de la caja, el bombo, la caja baguarela, la caja vidalera, los aerófonos, los instrumentos digamos más típicos del lugar de donde yo vengo, el cultrún, que es un tambor araucano… También utilizo instrumentos como el esraj, que es un instrumento de origen pakistaní, el Ud, que es un instrumento de origen árabe, o sea, todo tipo de estos instrumentos arcaicos o muy antiguos y que son parte de nuestra identidad como como hombres, como seres humanos. A mí me interesó mucho el proyecto, una de las de las cosas por esto, y también por la posibilidad que me daba de trabajar con gente joven que estaba también trabajando con música en relación a imagen, la experiencia de poder ver un corto musicalizado por cinco chicos con una visión totalmente diferente cada uno me encantó y precisamente, antes inclusive de verlos, hablamos de algo que para mí es bastante importante y es que nada se puede hacer de una sola manera. Todo proyecto puede ser abordado de cientos de maneras diferentes y hay muchas maneras de todas esas que son válidas. Si bien hay muchas que probablemente no sirvan y no solamente hay una que sea válida, hay muchas que son válidas. Ayer fue un ejemplo porque cada una de las propuestas de los chicos tenían su cosa. Alguno por ahí le faltaba un poco de esto, a otro le faltaba un poco de aquello, pero todas conceptualmente estaban muy bien. Fue muy interesante trabajar un rato con ellos. A mí siempre me gusta ese intercambio, en donde yo siento que aparte de lo que yo puedo transmitir también yo recibo algo y me encantó, me encantó la experiencia.

A propósito de esto, ¿sientes que hoy en día se está perdiendo el sentimiento con la música y su uso más tradicional?, ya que ahora las canciones más escuchadas suelen tener bases producidas digitalmente o se utiliza el autotune para cantar. No sé si lo pudiste ver con la juventud de ayer, aunque ellos son un poquito más fuera de serie en este aspecto. ¿Cómo ves este tema?

Yo creo que sí, que naturalmente por una cuestión de alabanza de la tecnología, etcétera, hay un alejamiento en una gran mayoría, sobre todo en la industria también de la música de pronto hay sonidos que los consideran antiguos o arcaicos. Yo creo que de todas maneras también hay mucha gente, muchos músicos, muchos artistas que sí les importa y que sí tienen un interés en, de alguna manera, que esos instrumentos y que esa música no pierda, no se diluya y digamos creo que con proyectos como el de ayer o con gente digamos como yo, que más o menos tengo un impacto en el mundo de la música que los use es una manera también de que eso no eso no muera, pero sí, por supuesto, una cuestión lógica casi de la sociedad de consumo es de acortar camino, ir a lo más fácil, meter un sonido que trae un sintetizador y listo. A mí me gusta por ahí no perder, utilizar más tiempo para encontrar un sonido que sea lo mejor y totalmente original.

Nos desviamos un poco para luego volver de nuevo. Hace apenas unos días estuviste tocando para conmemorar que The Last Of Us ha cumplido 10 años y quería saber qué significa para ti que tu música haya llegado a tanta gente tan diversa y que haya sido tan bien recibida, sobre todo ahora además que ha sido el estreno de la serie hace poco.

Para mí, The Last of Us ha sido un proyecto sumamente especial. Primero. porque llegó a mí a partir de un videojuego y un videojuego sumamente especial, dado que yo no soy un gamer, pero siempre me gustó ver a otra gente jugar y específicamente a mi hijo. En la época en que empecé a trabajar en The Last of Us él estaba en medio de su adolescencia y en ese momento de su adolescencia él era un gran jugador. Entonces, a mí me encantaba sentarme y verlo, digamos, jugar los ‘otros juegos’. Y pensaba yo que qué pasaría si alguien algún día establecía una relación más emotiva, más emocional con el jugador, dejando no solamente además de la cosa del combate, de sobrevivir, eso que es una cosa como más gimnástica, digamos, de habilidad, si en algún momento la historia o los personajes se conectaban con el gamer de una manera más emotiva. Tuve oportunidad después de los Oscars de que se me acercaran compañías importantes a buscarme para trabajar música de videojuegos y lo que me proponían era más de lo mismo. Esperé y tuve la suerte también de que no ocurrió en otro lado, sino que la persona justa que para mí fue la que ha marcado un cambio en esa industria es Neil Druckmann y cuando lo conocí a Neil y me contó la historia, supe que ese era lo que tenía que hacer. Y después se certificó cuando nos enteramos que había gente que lloraba jugando. Para mí, la relación que me dio este juego, este proyecto, con toda una nueva generación de fans de chicos de 13, 14, 15, 16 años, que yo pienso muchas veces que no sé, cuando tengan 40, 50 años yo ya no voy a estar y ellos se van a acordar. Sé el impacto precisamente emotivo que ha tenido ese juego y esa música en millones de chicos de una generación. Entonces, es algo muy lindo eso y que ahora eso, que el poder de esa historia se pueda, como siempre pensé, llevar a una serie o inclusive mañana al cine o al teatro, etcétera, porque una gran historia es lo que tiene. Cuando tenés una gran historia la puedes hacer de diez maneras distinta. Yo siempre he dicho que yo nunca me sentí que yo escribí la música para un juego, siempre me sentí que yo escribí la música para una gran historia, que en ese momento se presentaba en un videojuego, pero que el día mañana se podía presentar de otra manera.

Gustavo Santaolalla
Gustavo Santaolalla en la celebración de los 10 años de The Last of Us

Crítica a todos los episodios de THE LAST OF US

Ayer comentaste que tus seguidores provenientes del videojuego sienten más la música. ¿A qué crees que se debe esto?

No sé si es un tema de que pasan tantas horas con la música, no sé si el hecho también que va cargada de un contenido tan emotivo, pero la forma en que yo siento, o sea, el aprecio de mi música y el afecto y el cariño que yo siento de los fans del videojuego de mi música que los llegó a ellos a través del videojuego, tiene una característica muy especial que nunca lo había sentido antes en mi carrera. Por suerte he tenido siempre fans de que empecé con Arcoiris, cuando tenía 17, 18 años, tenía fans y he tenido fans a través de mi carrera en distintos momentos y por distintas cosas, pasando de lo que fueron la etapa como artista, mis grupos, como Bajo Fondo, como Arcoiris, las películas, luego fans del cine y lo último ha sido lo del videojuego y realmente, hay una diferencia, son fans con una característica muy especial y muy pasional con respecto a la música.

Te quería también preguntar ¿Cómo fue el proceso para generar la música de The Last of Us? Si tuviste algún problema, lo que explicaste de los errores en la música, que luego sueles incorporarlos, un poco de todo de como fue el proceso creativo trayendo otra vez de nuevo los instrumentos de los que hablábamos.

El tema principal, por ejemplo, es una cosa que me salió totalmente instantáneo. Yo me acuerdo que me levanté y fui directo ronroco, tomé el ronroco y me salió así de una. No sé por qué agarré el ronroco, no es que me lo tenía pensado, fue una cosa de intuición y no fue una cosa que estuve como elaborando. Sí hubo algo que lo encuentras en el primer juego y en el segundo también, hay como dos tipos de sonidos con los que trabajé o de textura sonora que para mí uno tiene una condición femenina y otro tiene una condición masculina. Uno de alguna manera se relaciona con Ellie y otro se relaciona con Joel, aunque no es que es solamente sea un tema para Ellie, o sea un tema para Joel, no, todos están en eso, pero para mí todo lo que es el ronroco, que tiene una cosa de delicadeza y todo, yo lo relaciono con el mundo femenino. Y lo que es el bajo de seis cuerdas Fender que uso en el primer juego que después en el segundo le agregué una guitarra clásica, una octava abajo, que ocupa el mismo lugar que el bajo de seis Fender, que es un instrumento vinted, un instrumento que ya no se hace más, representa para mí un poco como todo el mundo masculino, que tiene una cosa como de peso y de gravedad. Eso como que lo tenía muy claro. También en el segundo juego incorporé el sonido del banjo, que es un instrumento que me interesaba mucho y que sentía que le daba como un color y un tinte nuevo a una nueva historia. Realmente fue muy orgánico y Neil es una persona que me dio mucha libertad para que yo probara e hiciera lo que quisiera y de las tres horas de música que habré dado, de todo, de temas y de cosas, son absolutamente todo lo que le di.

¿Puedes elegir una pieza de las dos bandas sonoras? tanto del primero como del segundo.

Eso es como elegir un hijo. No sé, yo creo que obviamente el tema principal, All gone, Beyond Desolation… son muchas partes y no sabría quedarme con una. Por suerte, hay un montón de temas.

¿Crees qué si no hubiese utilizado este tipo de instrumentos hubiera salido un juego completamente distinto?

Si. Fíjate lo que utilizo en The Last of Us más que nada, por ejemplo, he utilizado latas, he utilizado tubos de PVC, tubos de la construcción, que tienen una connotación. Eso también es algo interesante. También he buscado y busco muchas veces en objetos, en cosas que son del mundo de hoy una relación casi primitiva, o sea un tubo de construcción de PVC de pronto simplemente le pongo una cinta para que no me lastimé la boca y lo toco y logro hacer las cosas que hago con esos tubos tiene una connotación también primitiva. No es un instrumento súper desarrollado hecho por Selmer en bronce o un clarinete con la madera tallada perfecta y la llave, todo. Es un tubo de la construcción y lo otro es una lata de galletitas. De pronto, tiene una cosa como muy salvaje y muy primitiva. Entonces, también hay algo en esa relación con los instrumentos primitivos que tiene que ver y que también creo que yo lo empujo un poco más a también a cosas. Hay algo también en la aproximación a ciertos objetos que hago y que tengo cuando estoy haciendo música que también tiene un toque de algo primitivo, de algo como ancestral, pero hoy.

Pasamos a la serie de televisión que se acaba de estrenar. ¿Podrías contar si te ha gustado la serie y como ha sido tu experiencia?

Llevar una cosa de un medio a otro, sobre todo una cosa que ha sido tan exitosa, que hay tanta gente que se ha relacionado tan intensamente y profundamente con la historia y con los personajes, siempre es un desafío enorme, porque te va a salir la gente ‘Ah, pero es que Ellie no era así, yo no me la imaginaba así’. Ese temor digamos existía, aunque yo por lo menos de mi parte siempre creí en la fuerza de la historia y también sabía que cada actor le trae una cosa a un personaje distinto. Pedro Pascal es una manera y Troy es de otra manera, pero todo es igual. Van armando el Joel más lo que nosotros le ponemos también de cada uno de nosotros a los personajes. Lo que fue muy lindo es que Neil Druckmann y Craig Mazin dijeron en un momento que mi música era parte del ADN de la serie, que era como un personaje más y eso creo que fue muy diligente también de nuestra parte de no pretender inventar nuevos temas o crear nuevas cosas, cuando tenemos algo que directamente es parte de esa historia. ¿Te imaginas, por ejemplo, que hubiera salido una serie de The Last of Us pero con otro música? hubiese sido algo totalmente rarísimo. Es como si hubiese salido The Last of Us sin Ellie. Te estoy llevando a un extremo pero sería eso. El proceso a un nivel fue como muy orgánico, porque de la misma manera a mí me gusta trabajar en el cine componiendo la música antes de que se filme algo y que en el videojuego se me dio solo un dibujo, porque en el videojuego lo último que se hace es el rendering en las figuras, como mucha tendrás un dibujo. En la serie, al ya tener la historia y ya tener mucha música hecha también, la música fue hecha antes de que se filme como hago con el cine siempre. Después, por supuesto, hubo que adecuar a ver dónde iba cada tema y cómo se lo iba a pasar.

¿Hay alguna diferencia entre componer para un videojuego, una serie o una película? ¿Has tenido que cambiar algún tema para adaptarlo a la serie?

Por supuesto, hay adaptaciones y hay cosas que las quieres conservar. Por lo menos, yo sentí de parte de todos nosotros que hay cosas que queríamos conservar igual, porque como dicen en Estados Unidos: if it ain’t broke, don’t fix it. Si no está roto, para que lo arreglás. Hay cosas que funcionaban ya así. Como te habrás fijado que hay de pronto cuadros de la serie que son exactamente iguales a cosas del videojuego, paisajes y todo que están exactamente igual porque, nuevamente, if it ain’t broke, don’t fix it. Si vos sabes que eso funcionó, que es hermoso, que está increíble para mostrar un paisaje de una manera, pues usalo si está bueno. Al final de todo, uno está escribiendo una música para una historia. Entonces, sea en televisión, sea en un videojuego, es lo mismo para mí. Por supuesto que en el juego hay toda otra parte que tiene que ver con el gameplay y con el jugador, y cuando corre, y cuando busca. Entonces, ahí también debo decir que ha intervenido otra gente, gente mismo de Sony PlayStation y los compositores con los que trabajado también. Para mí lo que es más mi trabajo es trabajar en el desarrollo de los temas, de los late motiv, de la textura que va a tener la música, cómo va a ser la instrumentación, todo eso. Después hay cosas que son a un nivel, quizás no tan artístico, sino más artesanal. Hacer una música cuando está corriendo a alguien, ahí es una cosa rítmica que se soluciona bastante sencillamente si tenés claro el tipo de sonido que quieres usar y cuál es en general la textura que tiene que tener. Generalmente en esas instancias no hay mucho uso de la melodía tampoco, entonces es como otra parte e igualmente eso exigió tanto en el juego, cuando vos estás peleando, como en la acción en la parte de la serie. Pero todo lo demás que es lo que sostiene la parte emocional es muy similar una cosa con la otra.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?, tanto cine, videojuegos, música…

En este momento estoy haciendo dos largometrajes. Uno que es un documental que se llama Norita, basado en la vida y la historia de Nora Cortiñas que es una de las líderes de las Madres de Plaza de Mayo. Una organización que fue armada por las madres de la gente desaparecida. Hombres y mujeres de mi generación que desaparecieron a las manos de la dictadura militar de los años 70. Yo trabajo con ellas hace años, con las madres y con las Abuelas de Plaza de Mayo, y este es un documental basado en la vida de una de ellas. El otro largometraje en el que estoy trabajando es Pedro Páramo, que es un libro icónico de la literatura mexicana de Juan Rulfo. Es el libro que dicen empujó a Gabriel García Márquez a hacer ‘Cien años de soledad‘ y que está dirigido por Rodrigo Prieto. A Rodrigo lo conozco desde hace muchos años porque fue el director de fotografía, el que hizo la cámara y el diseño visual de ‘Amores perros‘, ‘21 gramos‘, ‘Babel‘, ‘Biutiful‘, ‘Brokeback Mountain‘ y ahora, hace años, es el director de fotografía de Martin Scorsese. Este es su primer largometraje y es una experiencia para mi muy gratificante. Trabajar con alguien que conozco hace tanto tiempo, que es un tipo con un talento alucinante y que de pronto se va a tomar este salto a una nueva parte de la disciplina visual, que es no ya ser el director de fotografía, sino el director de la película. Por otro lado, estoy trabajando en un nuevo álbum de Bajo Fondo, este grupo el cual soy socio fundador con Juan Campodónico, un grupo argentino-uruguayo que hacemos una fusión de música tradicional del Río de la Plata, tango, milonga, candombe, murga con rock, con electrónica, con hip hop, con música clásica. Estamos trabajando ya nuestro quinto álbum se va a llamar Ohm, como la medida de eléctrica. Entre este año y el año que viene se cumplen 25 años de la salida de mi álbum ‘Ronroco’, que es el álbum que hice con ese instrumento que me abrió las puertas al cine y que me acompañó en tanto momentos trascendentales. Desde aquel ‘The insider‘ de Michael Mann, el ‘Atacama’ del final de ‘Amores perros’ hasta el Iguazú de ‘Babel’, hasta hasta el famoso The Last of Us. Todos fueron hechos con ronroco y entonces, a raíz de todo eso, estoy haciendo una serie de cosas alrededor de este aniversario. Una de ellas es sacar el álbum en vinilo. Vamos a hacer una serie de conciertos en ese estilo de la música del álbum que nunca fue tocado en vivo. Si he tocado cosas sueltas de ‘Ronroco’, pero nunca lo había tocado así como presentando un concierto. Estoy haciendo un instrumento Signature, que es un instrumento que va a tener mi nombre y que va a ser un ronroco especial, digamos, y toda una serie de cuerdas también que van a ser Signature. Y por último, el año que viene también se cumplen 40 años de un proyecto muy interesante, donde también interviene el tema de la recuperación de instrumentos y de músicas tradicionales que se llamó ‘De Ushuaia a La Quiaca‘, en donde fui con León Gieco, otro gran artista argentino. Desde Tierra del Fuego hacia la Antártida, al límite con Bolivia, grabando músicos rurales de todo el país. Músicos que no les interesaban de salir ni en la tele ni grabar discos, que realmente hacían música porque creo que si no se morirían sin hacer música. Eran pastores o gente que trabajaba en el campo. Ese es un proyecto muy muy especial porque tampoco nunca se llegó a tocar en vivo y el proyecto consistía de dos discos de grabaciones de campo y un disco de estudio que, por el contrario, tenía tecnología como que fue hecho todo con caja de ritmo, con algunos muestreos de las cosas que juntamos en el en el campo, en nuestro viaje. Un proyecto hermoso donde también es donde conocí a quién es mi compañera desde hace 40 años, Alejandra Palacios, que fue la fotógrafa de ese viaje. Así que vamos a hacer una serie de conciertos el año que viene en Argentina, alrededor de Ushuaia a La Quiaca. Aparte hay otros proyectos más, algunos de los cuales no te puedo comentar porque no lo puedo decir, pero uno esta referido a un musical. Es un proyecto muy grande, el cual vengo trabajando hace años, pero parece que finalmente el año que viene se va a poner en marcha.

Gustavo Santaolalla
Gustavo Santaolalla y León Gieco

Concierto ‘desandando el camino’ en Madrid el 10 de Julio

Ya casi para acabar, ¿podrías recomendar a nuestros lectores una película y una serie que te vuelvan loco? Puede ser cualquier época, no hace falta que sea actual, y pueden ser varias si no te sale una en particular.

Tengo una serie para recomendarte, una que de todas maneras quisiera recomendar para mis fans, sobre todo que a lo mejor no la conocen es ‘The house‘ o ‘La casa’, que está en Netflix y por la que me acabo de ganar un premio Gardel, que en Argentina es como nuestro Grammy argentino. Es un proyecto de stop motion animation que es para mí un trabajo genial de tres animadores de este género. Son tres historias alrededor de una casa. Todo ocurre en la misma casa, pero son tres visiones distintas. Una está hecha con seres humanos, otra esta hecha con ratas y otra esta hecha con gatos. La primera es muy oscura, la segunda es oscura y graciosa y la última realmente es muy linda. Esa es una serie que super recomiendo. Una película que siempre adore es ‘Winds of desire’ o ‘El cielo sobre Berlin‘, la película de Wim Wenders. Una serie también que nos encanta a mi mujer y a mi es ‘Euphoria’.

Para terminar, ¿qué le dirías al público que aún no te ha descubierto?, que lo puede hacer en la gira que haces en España.

Una gran oportunidad es esta gira, porque una de las cosas que tiene de lindo el concierto de ‘Desandando el camino’ que de pronto si vienes a ver Bajo Fondo, vas a ver Bajo Fondo, un estilo de cosas. Si vienes a ver cuando haga el concierto de ‘Ronroco’, será ese mundo del ronroco, pero si vienes a ver ‘Desandando el camino’ que es la oportunidad que tienes ahora, vas a poder ver muchos aspectos de mi creación. Cosas que tienen que ver con el mundo del ronroco, cosas que tienen que ver con el mundo de Bajo Fondo, cosas que tienen que ver con un montón de otros universos y mundos que son parte de quién soy y que así, por más que son diversos y que es muy ecléctico, si hay un hilo conductor. Hay un hilo que une a todo y eso es lo que también me dio el valor de llevar adelante un proyecto de este tipo. Ver que de pronto en cosas que yo había compuesto cuando tenía 17, 18 años encuentro cosas que se relacionan con las cosas que compuse el año pasado. Desafío a alguien que venga a escuchar que me diga qué temas yo compuse a qué edad, porque creo que sería medio imposible descubrirlo.