El País de los Sueños es la nueva gran apuesta del gigante del streaming Netflix. Se estrena este fin de semana con Jason Momoa como gran reclamo y esos 70 millones de presupuesto oficial de la película. ¿Se han sabido aprovechar?. Te lo contamos bajo nuestra humilde opinión.
El País de los Sueños comienza narrándonos la vida feliz y apacible de Nemo y su padre, que viven en una pequeña isla cuidando del faro que en ella se encuentra. Una noche, el padre de Nemo ha de salir al mar para ayudar a un barco en apuros. Nemo se queda dormida y tiene una pesadilla en la que su padre acaba engullido en las profundidades marinas. Cuando Nemo despierta, le anuncian que su padre murió esa misma noche ahogado. La niña, sin más parientes cercanos, se va a vivir a la ciudad con su tío Philip, pero sigue teniendo unos sueños muy vívidos en los que le persigue una pesadilla con forma de nube de humo negro.
La película está dirigida por Francis Lawrence, un director ya experto en llevar adaptaciones literarias y de cómic a la gran pantalla. Ha dirigido, con más éxitos que fracasos, Constantine (2005), Soy leyenda (2007), Agua para elefantes (2011), la trilogía de Los Juegos del Hambre y Gorrión rojo (2018). Todas ellas parten de un libro y/o cómic de éxito.
El País de los Sueños no es la excepción. Igual a muchos no os suena de nada, pero es una obra muchas veces adaptada y de culto. La obra original, creada por Winsor McCay, en 1905, está considera como el primer gran clásico de la historia del cómic. Tanto es así, que ya en 1911 tuvo su primera adaptación al celuloide en forma de cortometraje bajo el título de Little Nemo (Os dejo enlace al corto completo aquí para los más curiosos). Dream one (1984) y El pequeño Nemo (1989) nos llevan hasta la película que nos ocupa.
Si, a estos datos, le sumamos a la estrella Jason Momoa y 70 millones de dólares, podemos decir que, sobre el papel, debemos estar ante una de las grandes citas del año, en cuanto a cine familiar se refiere, pero… ¿Es así?
A grandes rasgos, la película no se puede decir que sea mala, pero tampoco muy buena. El apartado técnico luce acorde a su presupuesto, los efectos especiales están perfectos, parecen muy reales y su diseño es colorido y podríamos decir que bastante artístico, notándose ciertas reminiscencias del estilo empleado en Los Juegos del Hambre, pomposo, extravagante, pero a la vez refinado.
El principal problema viene en el poso que deja, la empatía de sus personajes, los sentimientos que apenas provoca… El alma de la película. No diré que carece por completo de sentimiento, alguna escena tiene su punto, por ejemplo, cuando la pequeña Nemo le dice a su tío que su padre no se había olvidado de él y que le contaba historias suyas todas las noches. Igual le hubiera venido mejor recortar metraje de sueños, que en la parte media se hacen un poco repetitivos, y darle mayor importancia al personaje principal de Nemo para empatizar más con ella.
Ciertamente, el personaje del tío Phillip, magníficamente interpretado por Chris O’Dowd, es el único capaz de hacer aflorar sentimientos en el espectador. El actor irlandés, más conocido por sus papeles humorísticos, demuestra que además también sabe de enternecer al público. El personaje de Momoa está muy sobreactuado, estridente y extravagante… Un poco Jack Sparrow. El problema es que creo que le falta vis cómica. No digo que el bueno de Momoa no sea capaz, pero en esta ocasión su personaje no consigue abstraernos y más bien nos saca de continuo de la película.
Por lo que he leído, no es una adaptación que pueda presumir de ser fiel a la obra original. Ya el personaje de Nemo es un niño en la tira cómica, ambos padres están vivos y el personaje de Phil es alguien antagonista, encargado de despertar a Nemo nada más cruzarse en su camino. Por lo tanto, si son fans de la historieta, no esperen ver algo muy similar, aunque sí coge mucho del estilo original de la tira.
En resumen, luces y sombras para esta El País de los Sueños. Yo creo que al menos para los más peques va a ser disfrutable, y tampoco pienso que a los adultos se les llegue a hacer demasiado aburrida. Podría haber sido mejor, igual esos 70 millones de presupuesto daban para algo más, igual con menos se podría haber hecho algo mejor… Nunca lo sabremos.