El Nacimiento de una Nación (2017): Rebelión a medio gas

El Nacimiento de una Nación

El nacimiento de una nación es la ópera prima del afroamericano Nate Parker quien nos trae la historia de Nat Turner, esclavo estadounidense cuya rebelión alcanzó gran renombre entre los esclavos negros.

No, no estamos hablando de El nacimiento de una nación de D.W. Griffith, la que ya forma parte indiscutible de la historia del séptimo arte e instauró un lenguaje cinematográfico propio que todavía perdura. Sino de otra película que, pese a tener el mismo nombre, —nada casual, dada la importancia de la población negra para el nacimiento de lo que hoy conocemos como Estados Unidos— tiene un enfoque contrario, mostrando una población negra más enriquecida intelectualmente y contrariando la apología al racismo exhibida en la criticada película de Griffith, donde el Ku Klux Klan es tratado como el héroe americano.

Presentada en el Festival de Sundance 2016 donde fue aclamada, obteniendo el premio del jurado y del público, provocando la atención mediática. Pero tras el revés sufrido por la acusación de violación de Nate Parker ocurrida en 1999, la película ha ido perdiendo fuelle hasta ahora, desaprovechando ese renombre alcanzado en Sundance y sin la posibilidad de conseguir candidaturas a premios.

Volviendo a lo que nos atañe, la historia que nos cuenta El nacimiento de una nación, se centra en la vida de Nat Turner —interpretado por Nate Parker, quien también es el director y coguionista— un esclavo con una habilidad innata para la lectura, que tras leer la Biblia, le lleva a convertirse en un predicador de la fe cristiana, promulgándola entre sus iguales. Pues bien, él será el responsable de protagonizar la rebelión de esclavos negros realizada en el año 1831 en el estado de Virginia, tras observar las atrocidades llevadas a cabo contra su pueblo.

La historia que nos narra es cuanto más interesante, —por mi parte la desconocía— pero no la forma de narración. La falta de garra y crudeza que se ven «opacadas» por un exceso de sentimentalismos que no aporta lo suficiente a la trama, hacen que la película no muestre todo su potencial, relegando asuntos de gran importancia para el argumento, como el fanatismo hacia Dios mostrado por el Nat Turner real, no el de ficción, quien pensaba que Dios le hablaba y enviaba señales, algunas de estas causantes de la rebelión ya mencionada, por lo que se nos muestra un protagonista algo «soft» tal y como la historia lo recuerda.

La falta de garra y crudeza que se ven «opacadas» por un exceso de sentimentalismos que no aporta lo suficiente a la trama

Y es que hay opiniones contrarias acerca de la personalidad de Nat Turner. Algunos historiadores y escritores lo describen como un loco psicópata causante de numerosos asesinatos, como hace William Styron en su libro The Confessions of Nat Turner; mientras que en la película de Parker, es personificado como un mesías que viene a liberar a su pueblo de la ruina. Un punto de vista totalmente contrario dado que se llevó 6o vidas de forma directa y 200 de forma indirecta —no sin justificación— .

La película de Nate Parker nos muestra a Nat desde la infancia, enseñándonos parte de las acciones que le llevarán a ser el cabecilla de la rebelión; transfiriéndonos a su vida adulta con un plano fundido, donde se desarrollará la mayor parte de la acción. Y es en esta acción, mediante el cambio incesante de planos, donde la narración flojea llegando a perder la conexión entre una secuencia y otra. La falta de una buena consecución de planos se ve «apañada» por una poderosa fotografía traída de la mano de Elliot Davies que, junto a unos decorados excepcionales, nos trasladan al siglo XIX. Además de una buena actuación de todo el elenco, destacando sobretodo la interpretación realizada por Nate Parker.

Destacar notablemente la última media hora de película en la que las acciones llevadas por la rebelión que, junto con la banda sonora, consiguen aportar un dramatismo no conseguido en el resto del largometraje. En definitiva, una película mediocre que deja un regusto amargo, sabiendo que podría haber sido mejor y haberse codeado con otras de similar temática. [yasr_overall_rating]