Un fantasma anda suelto por casa es uno de los estrenos más sonados y esperados para este fin de semana en Netflix. Una comedia de terror familiar, muy ligerita que tiene como reclamo a los actores David Harbour (Stranger Things) y Anthony Mackie (Falcon en el MCU).

 

Un fantasma anda suelto por casa comienza con la mudanza de una familia a un destartalado caserón construido a finales del siglo pasado. Kevin, el hijo menor de la familia, se encuentra con un ente fantasmal en el ático de la mansión. Lejos de asustarse, le parece un fantasma gracioso e inofensivo y comienzan a unir lazos, creando una amistad que traspasa planos existenciales.

Un fantasma anda suelto por casa David Harbour

Ver Un fantasma anda suelto por casa en Netflix

He de decir primeramente que yo esperaba esta película desde que fuera anunciada su producción, ya que el director, Christopher Landon, me parece que, sin inventar demasiado, había conseguido en sus anteriores trabajos, dar un soplo de aire fresco al género de comedia de terror. Zombie Camp (2015), Feliz día de tu muerte (2017), Feliz día de tu muerte 2 (2019) y Este cuerpo me sienta de muerte (2020) no eran más que actualizaciones de argumentos bastante manidos como los zombies, el día de la marmota o «body swaps» (intercambio de cuerpos). Sin embargo, creo que había conseguido darle una vuelta extra a estas temáticas haciendo filmes bastante divertidos, objetivo principal de cualquier comedia ligera.

No obstante, esta Un fantasma anda suelto por casa, me ha defraudado. De nuevo ha cogido un argumento ya visto otras muchas veces, el de un fantasma amistoso y bufoncete al que hay que ayudar para que supere su trauma, y así pueda dejar de estar estancado en un plano al que no pertenece.

Un fantasma anda suelto por casa Anthony Mackie

La película tiene varios problemas bajo mi punto de vista. El primero de ellos es la excesiva duración. Maldita decisión, demasiado frecuente en los últimos tiempos, de alargar metraje porque sea estrenado directamente en plataforma de streaming. Parece que como no se usa una sala de cine, se pueda tener manga ancha para prolongar la extensión de las películas. No, por favor, basta ya, dejen de hacer esto. Una comedia de terror no debería pasar de los 90 minutos… Hablo generalizando, puede haber productos que tengan más material para desarrollar y una duración mayor sea necesaria. No es el caso.

El segundo gran problema que veo es el de las actuaciones. Creo que el único que realmente está bien, casi diría que en su salsa, es Anthony Mackie. El resto parecen fuera de sitio continuamente. Incluso David Harbour, que me parece buen actor, lo he encontrado ridículo, a excepción de algunas escenas de acción que son las únicas que además funcionan humorísticamente.

Un fantasma anda suelto por casa detras de las camaras

El tercer problema es el guion. Parece hecho sin imaginación. Solo retales de anteriores. Sin personalidad propia. Y esto último es lo que creo hacía que Christopher Landon se desmarcara un poco del resto. La película se hace repetitiva y solo el tramo final nos hace escapar de esa constante reiteración. El único elemento que actualiza algo la temática es la incorporación de las redes sociales a la trama.

En resumen, este plato de macarrones llamado Un fantasma anda suelto por casa es insípido y con ingredientes que han rebasado su fecha de consumo preferente.