Sweet Tooth llega a Netflix. La esperadísima adaptación del cómic del canadiense Jeff Lemire publicado por Vertigo (DC Comics) ya está aquí. Un tierno cuento para ver en familia, pero ojo, que no está exento de crueldad y muerte, por lo que ha obtenido finalmente una calificación de edades de +13 años.
Sweet Tooth es un híbrido. Un híbrido es un ser mitad humano y mitad animal que ha nacido a la par que un tremendo virus mortal que termina por desencadenar un apocalipsis y un nuevo orden mundial. Sweet Tooth, o Golosón, es llevado al bosque por su padre (Will Forte) a vivir una vida apartada del resto de la humanidad, que con la llegada del virus ha enloquecido. Los híbridos son culpados de la pandemia y perseguidos para ser mutilados en experimentos en busca de una vacuna, o son directamente exterminados.



La serie está narrada en tres diferentes ramas, en un principio separadas. La troncal que nos cuenta la búsqueda que emprende Sweet Tooth de su madre desaparecida tras fallecer su padre. En el viaje lo acompañará el «Grandullón», Tommy Jepperd, un exjugador de fútbol americano y «Oso», una adolescente líder de un grupo de jóvenes que protegen a los híbridos de los desalmados «Últimos hombres», una asociación de viles militares que tienen por objeto capturar a estos seres.
A la vez nos van contando la historia de Aimee (Dania Ramírez), una especialista de terapia de pareja que vivía amargada y que la nueva situación parece que le haya renovado su fuerza vital. Aimee se oculta en el zoo de Essex y cuida de Wendy, una preciosa híbrido cerdita que un día encuentra en un canasto que alguien dejó en la puerta de entrada del zoo. Con el objeto de preservar la vida de los híbridos, Aimee y Wendy montan un refugio para estas criaturas en el zoo.
La tercera rama nos cuenta la vida del médico e investigador científico Aditya Singh. Aditya no soporta la fatalidad que trae el virus y decide dejar de ejercer la medicina. Su mujer Rani se contagia, pero Aditya consigue mantenerla con vida gracias a un suero que ha creado una colega científica, La Doctora Bell. Cuando esta le cuenta que tiene cáncer terminal, Aditya tiene que ocupar su puesto y seguir sus investigaciones si quiere dar con una cura para su mujer y el resto de la humanidad. El problema radica en que obtener el tratamiento significa hacerles cosas horribles a los híbridos, algo que va en contra de la moral del doctor. Este arco es, sin duda, el más escabroso y truculento de todos.



Sweet Tooth, a pesar de los evidentes elementos adultos que posee es una serie que no se regocija en la violencia y decide ser, dentro de lo posible, lo más blanca posible. Evita imágenes que puedan tener demasiada violencia explícita y/o exceso de sangre. Cuesta un poco entrar en el tono que tiene, ya que está contada como si de una fábula infantil se tratara, poseyendo incluso un narrador que nos va guiando entre sus tres historias.
Un mundo apocalíptico inmenso, lleno de colorido, con mucha vegetación. Una vegetación que le ha ganado ya el pulso a la civilización y todo lo cubre. En la ambientación del mundo me ha recordado al videojuego The Last of Us (del que pronto tendremos serie en HBO). Es muy tierna, quizás demasiado en algunos momentos, roza lo ñoño, pero totalmente perdonable.



Quizá esta primera temporada se queda un poco corta y hace poco más que presentarnos a los personajes y nos deja en un punto intermedio que puede resultar insatisfactorio. Aunque no soy partidario de esta nueva moda de hacer medias temporadas, también tiene su parte positiva y es que desde luego deja con ganas de más… Y eso es bueno, claro.
Así pues, disfruten en familia acompañando a Sweet Tooth en su viaje tras su mamá, como si de Marco se tratara. Ojo que tampoco es para niños muy pequeños, no porque su trama pueda ser compleja, si no, porque como ya he contado anteriormente, no está exenta de elementos crueles y que rozan lo macabro, sin ser explícita.
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