Llega a Movistar la nueva serie de los creadores de Billions; Super Pumped: la Batalla por Uber; con Joseph Gordon-Levitt o Uma Thurman en su reparto, nos narra el ascenso y caída de Travis Kalanick, CEO de la famosa compañía.
Entiendo que Succession haga estragos, no ya en la familia Roy, también en las series que vienen; porque lo de proponer en el centro de la historia a un capullo insolente no viene a cuento de nada, sino a corromper de una maldita vez la poca luz que queda en un mundo dominado por redes sociales que no son más que estiercol procesado por una cabeza pensante como la de nuestro querido Travis, no Bickle, aquel loco tenía su encanto; este simplemente aparece en tu pantalla como un engranaje más del circo que hay siempre en la caja tonta -expresión, por cierto, que empieza a antojarse corta-.
Ojo, no me malentiendan, Levitt está genial, al igual que la gran mayoría del reparto; pero darle a play casi una docena de veces para comprobar lo que hay es como pedir en McDonald’s una hamburguesa poco hecha; no tiene demasiado sentido. Que sí, oiga, que sí; que la historia es relativamente curiosa e interesante; que puedo entender la fascinación de verle las tripas a un entramado tan relevante en el mercado internacional hoy en día, pero quizá el uso de un punto de vista distinto, o de un tono más adecuado al material de partida habría hecho de Super Pumped una serie más meritoria.
Que sí, oiga, que sí; que la serie está bien dirigida, fotografiada, entiendo que documentada; pero en un momento en el que se producen centeranes, si no miles, de series, resulta que el espectador empieza a tener el gusto más fino; y sí, quizá esto sea un McDonald’s, pero quiero una hamburguesa poco hecha.