El Club de la Medianoche es la nueva apuesta de Netflix por el terror de Mike Flanagan. En esta ocasión nos llega, por decirlo de algún modo, de forma menos adulta, no tanto en los temas que trata como sí en el nivel de terror usado.
El Club de la Medianoche nos cuenta la historia de un grupo de adolescentes que conviven en un hospicio para enfermos terminales, ambientada en 1994. A la protagonista de esta historia, Ilonka (Iman Benson), una brillante estudiante, a punto de ingresar en la universidad, le descubren un cáncer de tiroides, que en poco tiempo es diagnosticado como terminal.
Ilonka descubre la historia de una chica que se recuperó de su misma enfermedad años atrás, en un hospicio destinado a jóvenes en el mismo estado incurable y terminal que ella. Es una gigantesca mansión donde los chicos pasan las noches reunidos junto a una chimenea contando historias de terror. Poco a poco se van dando cuenta que en la casa podrían estar ocurriendo sucesos paranormales y que quizás, gracias a la fuerza que reside en el edificio, puedan llegar a curarse de sus enfermedades.
Ver ‘El Club de la Medianoche’ en Netflix
Lo primero que tengo que decir de esta serie, es que NO es un reboot o remake de la serie canadiense del mismo nombre que se emitía en la televisión en los 90. Me parece increíble cómo se han equivocado bastantes medios con este tema, algunos de bastante peso incluso.
La confusión viene por la traducción de aquella serie al castellano, ya que se llamaba en su idioma original «Are You Afraid of the Dark?», y esta se titula «The Midnight Club«. Con eso solo ya debería bastar para darse cuenta. También está el hecho de que por poco que investigues te vas a dar cuenta de que la que nos ocupa está basada en la novela del mismo nombre de Christopher Pike. La serie de los 90 es antológica, lo que quiere decir que cada capítulo es una historia distinta, y está escrita por diferentes guionistas de forma expresa para la serie.
El creador o showrunner es Mike Flanagan, sin embargo, solo dirige los dos primeros episodios de esta primera temporada. Esta es su cuarta serie para la plataforma de Netflix. Las tres anteriores eran como mínimo notables. La Mansión de Hill House (2018), La Mansión de Bly Manor (2020) y Misa de Medianoche (2021). Cada uno tendrá su favorita, creo que en líneas generales Hill House es la que más triunfó y Bly Manor la que menos, en mi opinión, las 3 son casi impecables y según en lo que me fije de cada una podría elegir indistintamente entre las 3 como mi favorita.
Esta El Club de la Medianoche me parece la más difícil de clasificar en cuanto a género, ya que sus capítulos a veces parecen transitar más por el terreno del drama creado por la situación de estos chicos que saben que van a morir, que de generar algo de terror. El tono muchas veces es bastante juvenil, esperable dada la naturaleza del producto, pero sin embargo, tiene unos diálogos muy reflexivos y transcendentales que se alejan bastante de ese público objetivo.
La serie parece un tanto desigual. Si bien el primero e incluso el segundo capítulo (justo los que dirige el bueno de Mike), captaron bastante mi atención y me parecieron que eran una buena presentación de personajes y de lo que había de venir en cuanto al misterio eje central. Sin embargo, desde el tercero hasta el sexto más o menos se me hizo una experiencia de lo más tediosa y poco interesante. Sin embargo, la última parte de la temporada, sube enteros y de qué manera. Las historias que cuentan los chicos son más terroríficas y mejor construidas, además, te vas dando cuenta de lo mucho que inciden en la trama central y lo ligadas que están a sus propias vidas y experiencias.
Si hay algo que creo que hay que resaltar son las actuaciones de este grupo de jóvenes. No son muy conocidos y me parece que hacen un grandísimo trabajo en todos los casos. Mucho que ver tiene que el guion huye de clichés y dota a cada uno de los personajes de una personalidad propia y con buen grado de complejidad.
Hay capítulos que me parece están peor dirigidos que otros, quizá sea el motivo de que la narración se haga más pesada. Hasta 6 directores distintos se han encargado de llevar la batuta en los 10 episodios que componen esta primera entrega. Si bien es una práctica habitual en las series, me hubiera gustado ver cómo hubiera quedado si hubiese estado dirigida por completo por Mike Flanagan.
Para terminar, decir que si véis que os interesa un poco la historia, intentad llegar a ese sexto capítulo donde me parece se pone mejor la serie, ya que en su tramo central es un poco irregular. Esta crítica es sin spoilers, pero si me permitís os voy a dejar avisados de que el final puede resultar un poco decepcionante, ya que se queda en un punto demasiado intermedio a mi parecer. Así pues, esta vez, patinaste un poco Mike Flanagan, luces y sombras.