TÍTULO ORIGINAL: Resident Evil: Afterlife (Resident Evil 4. Ultratumba) | AÑO: 2010| DIRECCIÓN: Paul W.S. Anderson | PRODUCCIÓN: Sony Pictures | GUIÓN: Paul W.S. Anderson | FOTOGRAFÍA: Glen MacPherson | MÚSICA: tomandandy | REPARTO: Milla Jovovich,Ali Larter,Wentworth Miller,Spencer Locke,Boris Kodjoe, Kim Coates,Shawn Roberts,Sienna Guillory,Kacey Barnfield,Norman Yeung, Sergio Peris-Mencheta| GÉNERO: Acción. Ciencia Ficción | DURACIÓN: 97 minutos.
Hay ciertos títulos que, cuando uno los ve, siente un deseo irrefrenable de escribir unas líneas y verter todas las ideas que han surgido su cabeza, como si de un pintor sobre un cuadro se tratase. Sin embargo, y al igual que el artista, no siempre los deseos son buenos, e incluso, a veces, uno puede llegar a sufrirlos mientras los narra. Esto es algo que sucede en todas las connotaciones artistas y, ¿por qué no? a la hora de redactar una crítica, habiendo textos que se elaboran con especial atención. Resident Evil 4: Afterlife es un clarísimo ejemplo de ello, y, si bien perdí unos años de vida durante su visionado -afortunadamente dicen que ahora vivimos más-, no puedo evitar obviar las ganas incipientes de hablar sobre ella. Porque, queridos lectores, de aquí se pueden extraer muchas ideas sobre CÓMO NO HACER UNA PELÍCULA:
Elimina tu potencial cliffhanger en la primera secuencia. A la hora de confeccionar una saga, el esquema narrativo suele ser similar al que podemos ver en una serie. Me explico: cada película abarca un arco de acontecimientos y, llegados al término, la última secuencia (o de las finales) sirven para presentar el principal conflicto que dará cabida en la siguiente entrega; lo que eleva el hype del espectador hasta la próxima. Es algo que han venido haciendo sagas icónicas como las relacionadas con Marvel o DC o la trilogía de precuelas de Star Wars, por lo que su uso no supone un grito en el cielo o un crimen contra la cinematografía. No. Supone unos empresarios queriendo rentabilizar sus producciones, y esto está muy bien. ¿Cuál es el problema? Cuando tu inutilidad como guionista y tu poca cabeza previsora te hace implementar un cliffhanger tan costoso que, ni en tus mejores sueños, podrás costear en la siguiente película. Problema irresoluble, podrás pensar tú como ser humano racional; pero no, aquí el amigo Paul W.S. Anderson decide resolverlo en la primera secuencia y llevar la trama por unos derroteros bien distintos a los que podrían preverse. Algo similar a lo que hizo el señorito Peter Jackson al inicio de El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos o The Walking Dead en el primer episodio de la Quinta Temporada, solo que mucho peor. Muchísimo peor.
No revises las incongruencias del guion. Trata de hacer un guion en el menor tiempo posible y, si puede ser, no lo revises. Tal y como quede escrito lo presentas al estudio y les dices, con una sonrisa en tu rostro, que no traten de leerlo en profundidad y que cuando antes se filme mejor. Ya están otros para pensar, aquí no hacemos películas para intelectuales. El resultado puede proporcionarte delicatessen tan suculentas como que la trama de Resident Evil 4. Ultratumba suceda un año antes que Resident Evil 3: Extinción y, sin embargo, sea posterior en el tiempo. No me pregunten por qué esto es así, yo tampoco lo sé.
Deja bien claro que no tienes dinero para hacer lo que quieres. Como con todo, en la vida hay que ser una persona franca y entera; destacando la nobleza y las ganas con las que te diriges a tus allegados. Mentir está mal, muy mal; y si lo haces: a la hoguera. Esta mismo es la praxis que debió de seguir nuestro querido Anderson cuando filmó el esperpento que nos atañe y lo dejó BIEN CLARO cuando rodó las escenas de acción en cámara lenta: uno de los principales ingredientes que denotan una falta de presupuesto para hacer lo que se desea. Resident Evil 4. Afterlife está plagada de ellas y, si bien fueron medianamente listos acompañándolas con música de A Perfect Circle, la rigidez con la que están coreografiadas sólo es superada por la desgana que se intuye en su rodaje. ¿A que te mato?
Prescinde de los personajes que han acompañado a tu protagonista y rellena los huecos con carnaza. Si quieres dejar lo más conciso posible que tu esposa, Milla Jovovich, es la protagonista irrebatible de tu saga de películas y que, además, los actores con los que contaste no estaban disponibles para tu nueva entrega, estás de enhorabuena: la solución es sencilla. Rellena el vacío con personajes caracterizados de la forma más cutre posible, absolutamente cliché, y dales las líneas de guion más estúpidas que tu mente pensante pueda llegar a engendrar; es decir, haz que la barrera que separa a protagonistas de secundarios sea vista por el mayor de los ciegos, que apeste a su muerte desde decenas de kilómetros.
Si has seguido estos pasos y, además, has tenido el detalle de añadir los efectos especiales más cutres que hayas podido crear, probablemente tengas una película tan desastrosa como Resident Evil 4. Ultratumba y consigas el objetivo de hacer que el espectador jamás se olvide de aquella tarde que sintió vergüenza de sí mismo, de sus hobbys y de su tiempo frente a una pantalla de cine. Enhorabuena: eres INMORTAL -y encima en 3D-.
Resident Evil 4. Ultratumba es el ejercicio cinematográfico -por llamarlo de alguna manera- definitivo para hacer que un productor deje de confiar en tus producciones y el espectador te odie hasta el fin de los días. Pero tranquilos, que si tienes buena labia y sabes vender bien los proyectos todavía tendrás mecha para filmar dos nuevas aberraciones y dejar claro tu pateticismo a la hora de confeccionar una historia. A unos tanto y a otros tan poco. Paradójico.
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