Gran Turismo se estrena este viernes 11 de agosto en cines. Un anuncio publicitario de más de 2 horas de duración hecho película repleto de clichés y posicionamiento de producto, donde las carreras son poco emocionantes.

Gran Turismo sirve como ejemplo para darse cuenta de que adaptar un videojuego a la gran pantalla es bastante complicado. Ya es difícil cumplir la tarea de llevar a la audiencia principal, los jugadores, de un ámbito completamente interactivo a otro mucho más pasivo -no es lo mismo ver una historia que participar en ella-. Es aún más difícil cuando el videojuego en cuestión es simplemente un juego de carreras que carece de trama y personajes. El director Neill Blomkamp, conocido por ‘Distrito 9‘, tenía dos opciones para crear su versión cinematográfica de Gran Turismo: hacer una película enfocada y basada en las carreras -de lo que va el videojuego- o aprovechar la oportunidad para crear un perfecto anuncio publicitario. Lamentablemente, eligió lo segundo. El resultado es una película que funciona muchas veces como anuncio, otras como videoclip, pero pocas como conocemos una película en sí. Repleta de clichés, escenas superpuestas y carreras que no son lo suficientemente dinámicas como para emocionar a la audiencia. Y todo esto con una duración de 2 horas y 15 minutos.

Jann Mardenborough, interpretado por Archie Madekwe, sueña con convertirse en piloto de carreras. Es un excelente jugador de Gran Turismo, pero su padre, interpretado por Djimon Hounsou, preferiría que su hijo se concentrara en el fútbol o en una carrera profesional adecuada. Mientras tanto, el ejecutivo de marketing de Nissan, Danny Moore, interpretado por Orlando Bloom, decide ofrecer a los ganadores de carreras seleccionadas en el videojuego la oportunidad de obtener un puesto profesional en el equipo de carreras de Nissan. Moore recluta a Jack Salter, interpretado por David Harbour, un expiloto convertido en mecánico, para supervisar el entrenamiento de estos jugadores. Jann será uno de los elegidos y tendrá la oportunidad de ser profesional.

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Problema tras problema

Gran Turismo
Sony Pictures España

Una cosa que constantemente frena a Gran Turismo para ser una película convincente es su falta de impulso hacia adelante. Es una película que se toma su tiempo para poner en marcha la acción, optando por abrir la película con escenas que cuentan la historia de origen del videojuego y sus cualidades frente a otros juegos de carreras -no es broma-, así como algunas escenas de Jann jugando y mostrando Gran Turismo -sigue sin ser broma-. Tras este anuncio publicitario de 30 minutos, la película utilizará a la familia de Jann cuando quiera recurrir al drama -muchas veces rozando la telenovela- y, aunque parezca mentira, su aparición prácticamente es anecdótica -tu hijo está pilotando coches a más de 300km/h poniendo su vida en peligro, pero bueno, qué más da-. Este es uno de los grandes problemas de la película, los personajes. La película desaprovecha completamente las escenas que se prestan a desarrollar personajes. La familia, los compañeros de Jann, el personaje de Bloom, todos funcionan como quita y pon, raramente conocemos más allá. Incluso se intenta mostrar un crecimiento personal y emocional de Jann, pero una vez se ve, el propio personaje se contradice en escenas posteriores. Sin duda, un auténtico desastre.

En Gran Turismo, Jann tendrá que enfrentarse a varias carreras -faltaría más-. Estas carreras se desarrollan en una serie de montajes que resultan sorprendentemente ineficaces. Funcionan como un videoclip o un documental, donde se muestran varios cortes de la carrera y el final. Las películas de carreras están llenas de clichés porque solo hay dos resultados posibles: ganar o perder. La forma de evitar esto es hacer que la audiencia se preocupe por los personajes y hacer que su viaje sea atractivo -pero aquí los personajes dejan mucho que desear-. Un ejemplo perfecto de como hacer una buena película de carreras, donde los personajes importan y las carreras, por lo tanto, se vuelven emocionantes es ‘Le Mans ’66‘. En Gran Turismo, la velocidad no es emocionante y los resultados nunca están en duda. Ese es otro problema que la película se encuentra una y otra vez, la cinta nunca da pie a la duda. Las carreras son tan insulsas que nunca sientes que el protagonista pueda perder.

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Lo único salvable

Gran Turismo
Sony Pictures España

Lo peor que puede hacer Gran Turismo es desaprovechar a las estrellas que tiene. Bloom directamente es casi anecdótico en las 2 horas y cuarto, pero lo más decepcionante es cuando David Harbour no está en pantalla. Harbour es lo único salvable de Gran Turismo. Su presencia es el corazón de la película. Su interpretación acapara todo el humor y las buenas escenas. Sin embargo, se siente tremendamente desaprovechado.

Creo de verdad que hay una película real -no este desaguisado- sobre la historia real que inspiró Gran Turismo. Sin embargo, esta cinta no es convincente como una historia humana ni como una historia deportiva, y ni siquiera es capaz de ofrecer algunos momentos emocionantes en las carreras. Al final, Gran Turismo es un perfecto anuncio publicitario y una especie de documental de como Sony y Nissan se unieron para cambiar la vida de Jann. Una película que existe para ensalzar el logro que eso supuso para ellos, pero que, en mi opinión, no merece tu tiempo.