El Lado Siniestro de la Luna supone una nueva incursión en el terreno del thriller criminal de ciencia ficción de la plataforma de streaming Netflix. Terreno ya explorado anteriormente con resultado igualmente no del todo satisfactorio como ya pasó con Mute o incluso la más desastrosa See you Yesterday, ambas ya reseñadas con anterioridad en esta web.
El Lado Siniestro de la Luna comienza con una serie de extrañas muertes que ocurren al unísono en varios puntos de la ciudad de Filadelfia. Todas ellas se han producido sin aparente signos de violencia, han muerto desangrados, con el cerebro licuado y los cuerpos tienen unas marcas de punción en el cuello. El oficial de policía Thomas Lockhart (Boyd Holbrook) junto a su cuñado, el detective Holt (Michael C. Hall) comienzan la investigación tras la pista de una asesina que parece tener a su disposición tecnología desconocida e incluso la capacidad de poder viajar a través del tiempo.
La premisa es bastante atractiva y la película parece transitar al menos en su primera parte con paso firme y una atmósfera de cine negro o noir bastante conseguida. El devenir de los acontecimientos se va haciendo menos llevadero de forma paulatina. La narrativa se va resintiendo a medida que avanza la película y en consecuencia el interés por la trama va disminuyendo poco a poco, hasta llegar a una parte final más que predecible… A pesar de contar con un giro medianamente sorpresivo, que no es otra cosa que una clara trampa o ardid argumental relacionado con el origen de la asesina y que, por supuesto, no voy a desvelar para no entrar en terreno spoiler.
El elenco actoral cuenta con caras conocidas aunque no nos encontramos con ninguna estrella consagrada que sea un verdadero reclamo para el público en general. Boyd Holbrook (Predator 2018, Logan 2017 o Steve Murphy en Narcos) cumple sin pena ni gloria con el papel protagonista, un personaje que creo le falta algo de profundidad para que el espectador pueda empatizar realmente con él. Michael C. Hall (Dexter Morgan en Dexter o David Fisher en la maravillosa A dos metros bajo tierrra) simplemente hace lo que suele hacer y borda un papel secundario que bien merecía un mayor peso en la cinta. La tercera en discordia es la actriz Cleopatra Coleman (secundaria de la serie El último hombre en la Tierra), curioso caso ya que tiene más importancia su personaje en la trama que presencia real en la película.
El Lado Siniestro de la Luna contaba con bastantes posibilidades de convertirse en la mejor película de su director Jim Mickle. Si bien no tenía ninguna película en su carrera que pudiera considerarse como una notable obra del llamado séptimo arte, si que cuenta, a mi parecer con unos trabajos bastante aceptables, casi todos ejercicios de género. Avalado sobretodo por dos de sus filmes anteriores, Stake Land (2010) y Frío en Julio (2014). El primero de ellos es una cinta de bajo presupuesto, que supuso su debut en dirección y que obtuvo buena crítica generalizada al estar dotada de no poca inteligencia y originalidad a pesar de tratarse de una temática bastante manida como es la de plaga postapocalíptica, y que en este caso en lugar de Zombies nos encontramos Vampiros. La segunda de ellas se encuadra en el género de thriller criminal o cine neo noir, con un ritmo bastante pausado y que supuso un nuevo éxito al menos entre la crítica profesional.
Por lo tanto, El Lado Siniestro de la Luna, el nuevo trabajo de Jim Mickle, es otra película harta disfrutable, aunque por debajo de sus anteriores. Buen plan de entretenimiento para este fin de semana, siempre y cuando tus expectativas no sean demasiado altas.