Una turbia y famosa historia de amor entre una adulta y su amante adolescente, ahora convertidos en matrimonio feliz, con hijos a punto de entrar en la universidad, son los ingredientes de Secretos de un escándalo: un drama de compleja moral que sirve de excusa para un duelo actoral entre les grandes Natalie Portman y Julian Moore.

Secretos de un escándalo no está directamente inspirada en una historia real pero recuerda algunos casos que fueron carne de publicidad hace años. En especial la historia de Mary Kay Letournau y Vili Fualaau. Fue el caso en que una profesora fue sentenciada por mantener relaciones sexuales con un alumno de 12 años. Alumno del que tuvo dos hijos y con el que se llegó a casar hasta su separación hace pocos años. En esencia el punto de partida de Secretos de un escándalo recuerda a ese caso. Háganse pues una idea.

Secretos de un escándalo (01)

Elizabeth Berry (Natalie Portman), famosa actriz, acude al hogar de los Atherton para recabar información sobre su caso de cara a su próxima película en la que, claro, interpretará a la joven Gracie (Julian Moore). Esto es: un caso que conmocionó a la nación en los primeros noventa cuando Grace mantuvo relaciones con el joven Joe y el asunto terminó en los tribunales. En el presente viven una experiencia familiar aparentemente feliz: sus hijos gemelos están a punto de acudir a la universidad (su padre ronda los 36 años en ese momento), ella tiene su propio negocio de pastelería casera, en definitiva una vida completa. Pero no.

Secretos de un escándalo rezuma ese aire de falso telefilm que puede desorientar un poco. De entrada porque no te encuentras todos los días a la Portman (que ejerce aquí de productora) y a la Moore en un telefilm. Por supuesto, y por suerte, copan casi todas las escenas del film y en ellas brillan de ese modo que sólo logran ciertos totems de la interpretación. Pero la chicha la rascamos en lo que sucede cuando ambas, o mejor dicho, sus personajes, intercambian impresiones. Ahí uno empieza a retorcerse un poco en su butaca.

Secretos de un escándalo (02)

El proceso, de asimilación del personaje y los hechos, que sigue Elizabeth de cara a su película transcurren de forma desigual entre el relato de Gracie y la percepción que su oyente, y por ende el espectador, azota su mente: una historia de abusos infantiles y en especial de compleja moral en cuanto se aborda lo sucedido entre ella y el entonces adolescente Joe.

En ese punto, Secretos de un escándalo (el original ‘May December’), deja atrás su formato telefilme. Es sólo una fachada formal. El jugo está en como Gracie interpreta su propio pasado, su relación con Joe, y en especial en que modo el libreto y la sobria realización de Todd Haynes, dejan al espectador la potestad para dilucidar o resolver ese puzzle en el que la moralidad revierte en las convicciones personales de cada uno.

Secretos de un escándalo llega a nuestras salas el próximo 1 de diciembre para, finalmente, recalar en el catálogo de Netflix.