TÍTULO ORIGINAL: AMITYVILLE THE AWAKENING (Amityville: El Despertar) | AÑO: 2017 | DIRECCIÓN: FRANKC KHALFOUN| PRODUCCIÓN: BLUMHOUSE PRODUCTIONS / DIMENSION FILMS / MIRAMAX | GUIÓN: FRANKC KHALFOUN | FOTOGRAFÍA: STEVEN POSTER| MÚSICA: ROBIN COURDERT | REPARTO: BELLA THORNE, CAMERON MONAGHAN, MCKENNA GRACE, JENNIFER JASON LEIGH, JENNIFER MORRISON, TAYLOR SPREITLER, THOMAS MANN | GÉNERO: TERROR | DURACIÓN: 85 MINUTOS.
Amityville: El Despertar es una película de terror para adolescentes típica del verano y que nos llega ahora en invierno. No lo digo como algo negativo, que también lo es Déjame Salir y mírala, nominada al Oscar a Mejor Película. Lo digo para que sepas lo que vas a ver. Es algo simplona, pero resultona, las cosas como son. Es una de estas películas que no te vas a arrepentir de ver pero tampoco de no hacerlo. Tiene algunos sustos que funcionan y que los protagonistas queden para ponerse en DVD Terror en Amityville me resulta una genialidad por parte del guionista. Por cierto. Estamos en 2018 y ahí sigue el DVD. Está claro que el BlueRay ha quedado al nivel del video Beta o del LaserDisc.
A nivel de reparto, no deja de ser curiosa la elección. Aunque el cartel lo lidere Jennifer Jason Leight, es completamente secundaria. Está bien, porque ella siempre está bien, ese no es el problema. Para lo bueno o para lo malo, Leight siempre será la loca de Mujer blanca soltera busca, así que el mal rollo ya lo trae de casa. Lo único es que es demasiado mal rollo. Es una madre que haría cualquier cosa por su hijo enfermo pero está tan desquiciada que no despierta ninguna empatía en el espectador. Y para mal rollo, precisamente el del hijo. Esto funciona a ratos. La tensión que es capaz de generar Cameron Monaghan sólo con la mirada seguramente sea el mayor de los aciertos de la película. Ahora… cuando se le va de las manos, es tan histriónico, tan payaso… que no es de extrañar que todo el mundo pensara que él sería el Joker de Gotham.
Bella Thorn es aquí como el plan B a Emma Roberts pero funciona. No es tan carismática, eso sí. No tiene ese “no sé qué” de estrella innata que emana la sobrina de Julia Roberts, pero lo compensa con un físico mucho más apabullante. Quizá demasiado. La elección de actores demasiado guapos en papeles de gente “normal”, corre el riesgo de que el sex appeal del protagonista desvíe la atención sobre la trama. Y encima aquí tenemos a un pibón como Bella Thorne para una trama no especialmente elaborada ni inmersiva. ¿Resultado? La película no sé si la vas a recordar… pero vaya si a Bella sí. Por cierto, representante de la señorita Thorne. Como sé que me estás leyendo, te voy a decir una cosa: ni se te ocurra aconsejarle a tu representada que se opere la nariz. Está perfecta así. Pero perfecta. Que lo sepas.
Por otro lado tenemos a los amigos de Taylor Spreitler (que también parece la opción B a Ellen Page) y Thomas Mann, que es como la versión adolescente de Matthiew Modine (en una época en la que ya no hay papeles para los Matthiew Modine)
A nivel técnico, la escenografía es correcta, pero eso más que nada es mérito del arquitecto de la casa de Amityville, que parece que ya sabía que iba a estar maldita porque parece un templo satánico más que una vivienda. El tirón de orejas va para los efectos especiales, verdaderamente atroces. Por suerte solo los hay en una escena (que ya podría haberse caído del montaje… porque vaya tela).
Amityville no se sabe muy bien hacia dónde camina. Tarda media hora de más en arrancar y no te deja claro cual es el camino que va a seguir. Hay una casa maldita, parece que los demonios vuelven a estar… pero Franck Khalfoun no tiene muy claro ni por qué ni para qué. Mientras se aclara, se le echa encima la hora y media de película y la tiene que acabar cuando aún estaba preparando el terreno. Pero claro… es que una hora y media es demasiado tiempo para que el director tenga al público sin aclararse de por donde van a ir los tiros (y nunca mejor dicho).
Con todo, no Amityville: El Despertar no es una mala película. Eso no significa que esté bien, pero para pasar un rato de sustos (que los hay) a la espera de que nos venga mejor hornada de cine de terror, pues mira, tampoco es mala opción.