Conversaciones Frustradas (Vol. III): Entrevista con Manuela Burló Moreno, directora de cine

Manuela Burló

Tras entrevistas a Jota Anorak y Luis Endera, desde Conversaciones Frustradas centramos nuestro objetivo en Manuela Burló Moreno, una directora de cine española, de gran proyección y que cuenta en su haber con la más que interesante Rumbos (2016) y el cortometraje Pipas (2013), que se convirtió en viral. ¡Saludos!

– Empecemos por donde se debe: el principio. ¡Hola Manuela! ¿Qué tal? Estamos muy contentos de que hayas aceptado compartir unas cuantas frustraciones con nosotros, que nunca viene mal.

Hemos visto cómo a lo largo de tu trayectoria te has decantado por las relaciones humanas y la comedia romántica con un toque ácido y diálogos ágiles, centrándote en los pequeños detalles que pasan desapercibidos para algunos directores. ¿Cuál es tu proceso creativo? ¿Dirías que algunas de las situaciones son vivencias tuyas del propio día a día?

No hay nada autobiográfico en mi trabajo, pero si son situaciones con las que he podido empatizar. He imaginado realidades que luego son más cotidianas, pero al final mi fuente de inspiración es observar a mi alrededor. Es la manera de mirar, no se trata de ver, como miras tu realidad. Mi mayor fuente de inspiración es la realidad a través de mis ojos, y el filtro que yo le hago, llevado al papel.

– Un detalle que no hemos podido pasar por alto es el cómo estableces objetos o situaciones que medien entre las relaciones humanas. De hecho, en tu cortometraje Pipas la narración y relación de los personajes se basa en torno a, precisamente, la complicidad entre dos amigas y una bolsa de pipas. ¿Dirías que estos “objetos” son imprescindibles para entender las relaciones humanas?

+ No me asocio un objeto, aunque es cierto que hay simbolismos. En el caso de Pipas, cuando arranqué la historia sabía que se trataba de dos chonis comiendo pipas, pero no creo que fuera el elemento en sí el que me llevase a la historia, sino la complicidad entre dos amigas… En este caso el hecho de sentarse a comer pipas me divertía, invitaba a la conversación, a la charla. Lo que si utilizo es el simbolismo. En Rumbos, por ejemplo, si vemos que Pilar López de Ayala al romper con el novio mira el retrovisor y está roto… O cuando el personaje del taxista habla con su mujer, ve que la relación esta descolgada, y ve una cabina de teléfono en que el auricular está así. Me gusta jugar con la simbología, pero para nada ésta me lleva a la historia, más bien al revés.

Fotograma de ‘Pipas’.

– Siguiendo en consonancia con la anterior pregunta, Rumbos es un filme que nos habla sobre los amores rotos, por conocerse o inolvidables, y que además trata de manera frívola algunas situaciones amargas de pareja, estableciendo relaciones ineludibles con la vida real. ¿Cuál dirías que es el grado de importancia de esto a la hora de tú, como autora, escribir una historia? Y enlazando de nuevo con la pregunta anterior, ¿cuál es el peso de la carretera en la narración? ¿Funciona únicamente como motor de la trama –al igual que las relaciones sociales- o quisiste llevarla un paso más allá?

Concretamente en Rumbos el título tenía mucha presencia. El rumbo de tu vida y el del vehículo. Se trataba de un paralelismo: la vida de unos personajes que van en movimiento al igual que la rueda de los vehículos que les llevan. Y digamos que sí, es verdad, la carretera tiene muchísimo peso. La carretera es el camino de la vida de uno, es un paralelismo. Hay tantos planos aéreos porqué quería ver la ciudad, esas carreteras como una especie de laberinto en el que los coches van buscando su salida, su destino. Digamos que para mí si era el motor, esta especie de ciudad desde el cielo. Como hilo conductor era fundamental el programa de radio. Como sabéis es una película a tiempo real, lo que dura la película es lo que dura la trama, que es exactamente lo que dura el programa de radio.

«Me gusta jugar con la simbología, pero para nada esta me lleva a la historia, más bien al revés».

– Muchos realizadores expresan la dificultad que les supone el saber llevar las historias cruzadas y el cómo establecer relaciones entre personajes dispares. A nuestra mente nos vienen honrosos ejemplos como Magnolia de Paul Thomas Anderson o Amores Perros de Iñárritu. ¿En qué obras te basaste a la hora de escribir y dirigir Rumbos? ¿Consideras que es tan difícil componer una historia coral que resulte creíble?

Habéis mencionado películas que efectivamente he visto, con las que he crecido y que marcaron. El caso de Magnolia, Amores Perros, Crush… Vidas Cruzadas, hay un sin fin. Si que es verdad que siempre me han gustado las películas de historias cruzadas, que en realidad todos los personajes fuesen protagonistas y que en algún momento se cruzaran. En Rumbos, el germen parte de una noche en un semáforo, en el que yo estaba parada, y se paró una ambulancia, un autobús, y un taxi. Sí que es verdad que me imaginaba donde iría esta gente, y ¿por qué no?, que en cierta forma tuviesen algo en común y a partir de ahí surge la idea. Una vez que construyo la historia y tengo la obra terminada sí que es verdad que me reviso todas estas películas que yo ya había visto de una manera totalmente cinéfila. (…) En cierta forma fueron inspiración pero de una forma totalmente inconsciente. (…)

Cartel de la película ‘Rumbos’

– Cambiando de tema, por todos es sabido el injusto papel que vivís las realizadoras, en este caso directoras, de cine españolas frente al sector masculino. De hecho, hemos visto textos en los que recomiendan ni ser director de cine si tu sexo es el femenino. ¿De qué manera te ha afectado como profesional? ¿Crees que realmente hay mucho camino por recorrer a la hora de conseguir esa igualdad en el mundo audiovisual?

+ Sí, hay muchísimo camino por recorrer. Daos cuenta de que yo vengo del mundo del corto, y empecé a dirigir el primero en 2006, cuando por aquel entonces en muchos de los festivales donde yo participaba me resultaba curioso que el jurado siempre estaba formado por hombres. ¿¡Es que las mujeres no existimos en esto!? Creo que cada vez estamos intentando hacer más ruido.

En las ayudas de TVE a películas hay 12 cintas y ninguna de ellas está dirigida por una mujer… y sí, da pena.  Sin ir más lejos, en la pasada edición de los Goya, de todas las cintas nominadas a Mejor Película ninguna estaba dirigida por una mujer, cuando este año han habido muchas películas dirigidas por mujeres. Creo que todavía tenemos que hacer mucho ruido. Pero mucho, es MUCHO.

Manuela Burló Moreno y Nora Navas durante el rodaje de ‘Rumbos’.

– A pesar de que Rumbos obtuvo una buena calificación en portales tan exigentes como Filmaffinity –con un 6 de nota y más de 1.500 votos-, tu anterior trabajo, Cómo sobrevivir a una despedida, no obtuvo el reconocimiento esperado e incluso recibió críticas como “Lo tenía todo para ser un hype, pero ha terminado siendo un bluff”. ¿De qué manera te afectaron críticas como esta, teniendo en cuenta que eras directora novel en largometrajes? ¿Crees que los críticos asumen un papel demasiado despótico y, por qué no decirlo, poco humano a la hora de dar veredicto?

Curiosamente, la crítica que me mencionáis («lo tenía todo para ser…») la hizo una mujer, una crítica de Fotogramas. Y me dio pena, porque al fin y al cabo esa película es una película por encargo, pero no menos necesaria. Era una película de la que me llamaron para dirigir, y tenía muy claro el conpecto: Cocacolas y palomitas. Para un target totalmente adolescente, y el hecho de que participase en el Festival de Cine de Málaga, hizo que se la crucificase y le dieran por todos lados, injustamente. Fue como poner en el mismo rasero la canción del verano con el nuevo disco de Radiohead. Uno como crítico tiene que saber que tipo de película está en una línea o en otra. No pretendíamos con esta estar en Locarno o en Cannes. Sin embargo, sí que se la crucificó como si optase a eso. Así que fue una pena, porqué como bien comentáis era directora novel, y hay que apoyarse. Me afectó, pero lo justo como para seguir contando historias. A partir de ahí me abrí el universo de Antena 3 y A3Media, que confiaron en mi proyecto personal que era Rumbos.

Estoy muy contenta de haber hecho esa película, me abrió muchas puertas, me entendí muy bien con los productores… Y el hecho de que ellos se fijasen en mí fue todo un honor. Todo es positivo.

«Creo que todavía tenemos que hacer mucho ruido. Pero mucho, es mucho«.

– Como españoles, una de las cosas que más nos llama la atención es la poca publicidad que se brinda a artistas nacionales a la hora de promocionar y/o anunciar sus trabajos e incluso la nula información al respecto. Sin ir más lejos, en tu caso no hemos podido encontrar ningún proyecto que tengas entre manos y, de hecho, viendo tu filmografía nos cuesta creer que “andes” sin nada entre manos. Así que, aprovechando la situación, te preguntamos: ¿Qué tienes en mente de cara al futuro?

Todavía no hay nada anunciado, porqué se está gestando. Muchas de las cosas no puedo mencionarla, porque no están cerradas. Estoy con varios proyectos… Con mi nueva película que es un proyecto personal y que será mi tercer largometraje, con una serie… Así que estoy con varias cosas, todas personales y de las que tendréis noticias pronto. Estoy un momento creativo muy positivo.

Manuela Burló Moreno y Karra Elejalde durante el rodaje de ‘Rumbos’.

– En Conversaciones Frustradas nos gusta finalizar con una pregunta de humor y, por supuesto, ¡queremos que pases por esa prueba! Ahí va: Por los infructuosos, y a veces imprevisibles, azares de la vida, te encuentras dirigiendo la última película del oscarizado Daniel Day Lewis. El rodaje ha sido un éxito y desde el equipo de producción se huelen varios Óscar que tiran pa´tras, pero todavía queda la última escena por rodar. La ÚLTIMA escena de Daniel Day Lewis en su ÚLTIMA película. El actor se dispone a saltar al escenario, frunce el ceño y brinda una actuación que provoca la explosión de júbilo de todos los asistentes. Varios operadores de cámara no pueden aguantar la presión y, de hecho, se secan las lágrimas con sus soportes de SteadyCam. Amén del sonorista, que se encuentra tiritando ante tal estallido de talento.

Todo son aplausos en el set de rodaje y la mayoría del equipo da por finalizado el trabajo. Sin embargo, tú –que no tienen ni un solo pelo de tonta- te das cuenta de que esa actuación es CALCADA a la de una película hongkonesa de 1967 y, por si fuera poco, crees que el intérprete ha hecho el mayor ridículo que has tenido el placer de vislumbrar por tus ojos. Sólo falta dar el veredicto final y la sala clava tus ojos sobre ti, incluido el propio Daniel tras su ÚLTIMA escena. ¿Qué haces?

¡Me estáis haciendo un planteamiento muy surrealista y muy gracioso con un actor maravilloso! La verdad es que yo tengo mucho tacto, y jamás sería capaz de decirle a un actor que me está clavando una interpretación de otra película, porque sería generarle una inseguridad muy poco necesaria. Y lo que si sé es que si consigue emocionar al pértiga creedme que a mí también me esta emocionando. Es muy poco probable que ocurra este planteamiento.

Suponiendo que no me termine de convencer por lo que sea, me dirigiría a él con muy buenas palabras, valoraría su trabajo y su interpretación, le diría que está impecable pero que yo quiero ir un poquito más. Le daría unas directrices y unas indicaciones para sacar lo que estoy buscando en él; que obviamente tratándose de este pedazo de actor lo conseguiría.

– Un fuerte saludo, Manuela. Ha sido un placer tenerte entre nosotros y te deseamos de todo corazón que te vaya de fábula como cineasta y, sobre todo, en la vida. ¡Nos vemos!

Ha sido un verdadero placer. Un abrazo