Ciclo Monty Phyton: La vida de Brian (1979)

Vida de Brian

Desde Cinéfilos Frustrados empezamos un nuevo ciclo cinematográfico. En esta ocasión, trataremos sobre las obras más importantes de uno de los grupos cómicos más irreverentes e icónicos de los últimos tiempos: Los Monty Phyton. Y nada mejor que empezar con su obra culmen, que no es otra que La vida de Brian.

Llegaba el final de los años setenta, cuando el grupo cómico llamado Monty Phyton (con toda su flema británica) pensaron en hacer una película sobre un contemporáneo de Jesucristo. Fue así como entre todo el grupo (Graham Chapman, John Cleese, Terry Idle, Terry Jones y Michael Palin) empezaron a escribir la historia de Brian, un judío de padre romano que nació el mismo día que Jesús de Nazaret.

El tema era delicado; debido al humor sarcástico, parodia y crítica social que inundan la película de increíbles gags; puesto que hacer una comedia que trate sobre los fundamentos de las religiones judía y cristiana, sobre todo la primera, no parecía ser un buen negocio para las productoras. Y es lo que le pasó a esta película, cuando el presidente de EMI Films se negó a financiar la película. Fué en esa reunión, cuando el directivo lanzó una frase cómica totalmente involuntaria: «No permitiré que la gente diga que yo me burlé del jodido Jesucristo». Debido a que se contaban sin productor, George Harrison decidió financiar la película, hipotecando incluso su casa. Según palabras de Eric Idle, »la entrada de cine más cara del mundo.»

»No permitiré que la gente diga que yo me burlé del jodido Jesucristo.» Así fué como EMI daba la espalda al proyecto y George Harrison, amigo íntimo del grupo, financió el proyecto comprando, según Eric Idle, la entrada de cine más cara del mundo.

Pero vamos a la película en sí que me enrollo un poco. El argumento es bien simple: Brian nace en Belén a varias cuadras de donde nació el mayor Mesías de la historia (para los cristianos al menos). El hecho de ser coetáneos hace que se haga una especie de parodia y crítica sobre la religión y el fundamentalismo existen en nuestra sociedad; evitando además cualquier intento de censura por parte de las organizaciones eclesiásticas. Una vez cumplida la edad de Cristo, Brian decide unirse al Frente Popular de Judea (no confundir nunca con el Frente del Pueblo Judaico) para conquistar a una activista de este grupo llamada Judith. Su deseo de conquistarla es lo que hace que Brian pase por todo tipo de desventuras y que finalmente hace que, después de conseguir copular con la susodicha activista, acabe crucificado.

En la hora y media (por cierto, se hace cortísima debido a lo divertida y ágil que es en su estructura) Brian pasa por una sociedad judía colonizada por el malvado imperio Romano, al cual quieren expulsar de sus tierras y les han montado acueductos, carreteras, hospitales, teatros, mejorado la seguridad y sobre todo, quizás lo más terrible, la introducción del vino en la dieta judía. También hay ciertos gags que se centran en el tiempo actual, como el divertido Romani ite domun, en clara alusión a Yankees Go Home aparecido en la etapa expansionista de Estados Unidos por Sudamérica durante el siglo pasado.

El Romani ite domun es una clara alusión al Yankees Go Home aparecido en países sudamericanos en contra del expansionismo de Estados Unidos durante el siglo pasado.

Esta parodia, inspirada en la filosofía mesiánica, es una dura sátira en la que un hombre común, Brian, se ve envuelto en temas relacionados con la intolerancia, el sectarismo y el dogmatismo que sufre la sociedad a causa de las diferentes creencias que la conforman. También en la inmediatez de la sociedad en crear falsos ídolos de la nada, creyendo en una realidad alternativa que los saque de sus insípidas e insignificantes vidas. Así dan, quizás, un sentido y una realidad que no existen. Un tema que se puede ver hoy en día con la glorificación de deportistas, cantantes o gente que cuelga vídeos o fotos en sus perfiles en redes sociales.

A destacar sus gags, que hacen que la narrativa de la cinta sea muy fluida. Además del genial John Cleese, en sus papeles de líder del Frente Popular de Judea, rabino judío y centurión romano. Terry Jones fue el director de esta comedia, que cosechó grandes éxitos en taquilla. Consiguió ser la cuarta más taquillera en el Reino Unido, a pesar de los intentos de censura por parte de grupos conservadores. Es considerada como la mejor comedia cinematográfica de la historia.

Os dejo aquí con la divertida canción, que esconde mucha verdad, Always look on the bright side of life: