After Blue es la última película de Bertrand Mandico y llega a la parrilla del Atlántida Film Fest 2022 como una de las propuestas más intrigantes. El director francés sea labrado una reputación bastante dividida entre los que aman las virtudes psicodélicas, atrevidas y creativas de su cine y los que no consiguen sobreponerse a sus confusas y en muchas ocasiones densas y casi pedantes narrativas, tanto textuales como visuales.

El estilo de Mandico había quedado claro en The Wild Boys, y con la posterior Ultra Purple nos adelantó varios de los elementos principales de After Blue. Con leer la sinopsis sabemos que nos encontramos ante una cinta de ciencia ficción, que nos posiciona en un mundo habitado solo por mujeres y donde el crimen se castiga tan severamente, que apenas existe. Pronto nos veremos sumergidos en una peculiar aventura en persecución de una intrigante villana, liberada por error por la protagonista de la película.

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El estilo onírico, melancólico e incómodamente sexual de Mandico nos posiciona en una sociedad que resulta difícil identificar como una distopía, una utopía o un conjunto de anacronías post-apocalípticas. Tampoco resulta sencillo determinar si After Blue pretende ser una oda a la liberación sexual, un psicodélico y tétrico “coming of age”, una alegórica crítica social, un estudio sobre la frustración que nace tras conseguir un objetivo deseado por largo tiempo y que finalmente no cumple tus expectativas, o todo ello y alguna cosa más a la vez.

Personalmente, me inclino en pensar lo último, y encuentro en ello uno de los principales fallos de la película: entre su (fallida) profundidad temática (el que mucho abarca poco aprieta) y la excesivamente exacerbada onírica y psicodelia de su aspecto visual (por momentos resulta casi estroboscópica, siendo más confusa que indicativa y alienando al espectador), After Blue termina resultando, o al menos pareciendo, un gran ejercicio de pedantería fílmica.

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Y no es que la película no tenga virtudes. Si uno intenta no analizar lo que está viendo en After Blue y, en cambio, se deja simplemente llevar, como si de un viaje de ayahuasca se tratara, se puede descubrir un mundo interesante, con un lore curioso y diferente, que nos ofrece una historia poco convencional, con personajes y lugares capaces de captar verdaderamente nuestra atención. Desde esta perspectiva, Mandico nos regala una aventura personal y que puede llegar a ser cautivadora… pero desafortunadamente el ritmo, que nunca termina de despuntar, se “carga” la posibilidad de disfrutar verdaderamente de la película.

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Aquellos que disfrutaran con las anteriores obras del director francés, sin duda encontrarán en After Blue una interesante continuación de su filmografía, aunque para la mayoría solo recomiendo esta película como una curiosidad cuando os apetezca ver algo totalmente diferente a cualquier otra cosa que podamos ver en el Atlántida Film Fest 2022.

Con un buen puñado de virtudes, aunque lastrada por unos defectos demasiado pesados para pasarlos por alto, After Blue me ha dejado mejor sabor de boca del que pueda parecer. Sin duda es una experiencia visual que me alegro de haber emprendido, pero que posiblemente no me apetezca repetir en mucho tiempo.

After Blue 4

Especial Atlántida Film Fest 2022

Reseña
After Blue (2021)
5,5
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Periodista. Cinéfilo. Ávido lector. Melómano empedernido.
after-blue-2021-critica-atlantidaEn un futuro lejano, en un planeta salvaje, la solitaria adolescente Roxy libera a una criminal que estaba enterrada en la arena. Una vez libre, la mujer vuelve a sembrar el terror y la muerte. Roxy y su madre, Zora, son consideradas responsables, se les exilia de su comunidad y se les condena a localizar a la asesina. Así, comienzan a vagabundear por los territorios fantásticos y fantasmales de su sucio paraíso.